El cuidado y salvaguarda de los Centros Históricos y las ciudades, en sentido general, parte de la premisa de que no se puede amar lo que no se conoce.
El conocimiento debe traer aparejado un grupo de acciones que en lo físico se traduzcan en conciencia social e intransigencia ante las indisciplinas, activismo y orgullo por su lugar de origen.
En los últimos años, a pesar de que se ganó terreno en la apreciación del camagüeyano sobre la ciudad y sus valores, también se incrementaron las indisciplinas sociales, no solo las que agreden directamente al patrimonio, sino también las que interfieren con las normas de convivencia, la limpieza y el bienestar general. Tanto las personas naturales como jurídicas (institucional, administrativa, sectorial, etc.) tienen su cuota de responsabilidad.
En este sentido se diseñó la campaña de bien público “Ciudad que vivo, ciudad que soy”, con el objetivo de incrementar la civilidad, el respeto por el ornato público y en definitiva, la calidad de vida de los habitantes del Camagüey.
La higiene de nuestras calles es también nuestra responsabilidad. Utiliza los contenedores de basura, tú contribución cuenta para tener una ciudad más limpia.
Los animales sufren el abandono y afectan la imagen de la ciudad, no contribuyas a ello. Sensibilízate.
La basura en las calles y aceras no solo afecta la higiene, sino que interfiere el paso de los peatones. Utiliza los contenedores, facilita nuestro andar por la ciudad.
Tus acciones cuentan, no contribuyas a ensuciar la ciudad.
Aprovecha las facilidades tecnológicas, pero no dañes el mobiliario urbano. Conéctate con el mundo, pero dale like a tu ciudad.