Francisco Sánchez Betancourt continuidad en las generaciones actuales

Foto: Archivo OHCC
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Los estudiantes de la escuela de oficios creada por la Oficina del Historiador, rinden honor al camagüeyano Francisco Sánchez Betancourt, al llevar adelante proyectos educativos que permiten devolver la vida a sitios patrimoniales que cuentan la historia de esta tierra.

Pero al acercarse la fecha de su partida creo justo repasar quien fue este patriota.

Francisco Sánchez Betancourt

Fue el hijo de una de las familias más ilustres de la ciudad. Contrajo matrimonio el 12 de junio de 1852 con Concepción Agramante Boza, Concha Agramonte, con la que tuvo sus diez hijos: cuatro hembras y seis varones.

Francisco participó en todas las conspiraciones, que culminaron en la creación de la logia Tínima y el Alzamiento de Las Clavellinas.

Aunque su salud se encontraba quebrantada por la tuberculosis, se incorporó a las filas insurrectas desde los primeros momentos junto a sus hijos. Concha lo siguió para residir durante algunos meses en Guáimaro, poblado que se encontraba en el poder de los insurrectos.

Otras participaciones

El 26 de febrero de 1869, el municipio Sibanicú fue sede de la celebración de las elecciones que dejarían integrada la Asamblea de Representantes del Centro, compuesta por los patriotas Salvador Cisneros Betancourt, Ignacio Agramonte, Eduardo Agramonte Piña, Antonio Zambrana Vázquez y Francisco Sánchez Betancourt, quienes tuvieron el honor de redactar y firmar, un decreto a favor de la abolición de la esclavitud en Cuba.

Importante fue también su participación en la Asamblea de Representantes del Centro y posteriormente en la de Guáimaro, donde fue electo representante a la Cámara, escaño en el que se mantuvo hasta el fin de la guerra, resistiendo todos los avatares de su salud, y siempre perseguidos por las tropas colonialistas.

De regreso a su ciudad natal, el matrimonio Sánchez-Agramonte, brindó decidido apoyo a los planes de José Martí que preparaba la gesta del 95. Al iniciarse los combates en la provincia, cinco de los hijos de Francisco y Concha marcharon al campo de batalla, y por su avanzada edad, ella quedó en la ciudad como enlace entre los jóvenes que llegaban de otros lugares, para incorporarse a la insurrección.

Francisco muere de la enfermedad que lo aquejaba, el 30 de agosto de 1894, pero su familia continúa en el combate. En estos últimos años la escuela de oficios que lleva su nombre honra al patriota camagüeyano, ayudando a preservar el patrimonio agramontino, ese que tiene la impronta de tantos hijos.

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