Mirar al Teatro Principal y su plazuela desde la memoria histórica

Foto: José A. Cortiñas Friman
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“El concepto de memoria histórica es utilizado no solo por historiadores, sino también por antropólogos, sociólogos, juristas… como complemento de la Historia; de ahí que puede ser usado con diferentes fines. La memoria histórica también está sujeta, permanentemente, a un proceso de actualización y de redefinición. Sin duda alguna, su vínculo con la Historia local cobra particular importancia, porque dicho plano es un lugar privilegiado para ejercitar la memoria”.

Hoy quisimos, de manera inusual, comenzar el texto con esta cita; porque el análisis, la escritura en torno a determinado hecho actual -a su contexto- no puede concebirse sin una mirada a sus bases, a sus inicios. Es justamente en la memoria histórica de los pueblos, en el imaginario popular, donde podemos hallar la brújula para encauzar cualquier proceso renovador en la contemporaneidad.

La memoria histórica de las artes escénicas en Camagüey ubica la inauguración de uno de los más importantes espacios culturales del antiguo Puerto Príncipe, el Teatro Principal, en la fecha del 2 de febrero de 1850; como celebración por un nuevo aniversario de la villa, que tuvo como anfitriona a la Compañía de Ópera de José Miró, maestro de piano y canto español.

A partir de ese dato histórico, proponemos mirar -con los 510 años que cumplirá esta urbe en febrero de 2024, como pretexto- el proyecto de reanimación de la Plaza del Teatro Principal, que en la actualidad (antes de iniciar el proceso de rehabilitación) constituye un sitio de socialización para las personas que acuden a disfrutar de los espectáculos artísticos, y también, un escenario para presentaciones abiertas al estilo de la calle-escena.

La plazuela, el teatro, la escena…

En sus primeros tiempos, por este espacio público inherente al centro cultural, desfilaron los carruajes en los que llegaban los asistentes a las funciones; con la normativa de no aparcar permanentemente en los alrededores. Entonces, el lugar usado para ese fin (parqueo), era la Plaza de La Merced.

Un incendio destruye el edificio en 1920, y la plazuela del “Principal” queda prácticamente inactiva. Seis años después, como parte de su reconstrucción, se erige un pequeño parque con jardines denominado Pablo Pildaín, en honor a ese destacado artista del teatro camagüeyano.

Hasta 1959 el teatro tuvo varios dueños. Mediante un sistema de arrendamientos a determinadas empresas relacionadas con el mundo cultural, se mantuvo allí una programación de espectáculos y proyección de películas.

A partir del año mencionado, el edificio es entregado al Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC); aunque continúan las presentaciones de grupos teatrales como el reconocido Conjunto Dramático de Camagüey.

A mediados de la década del ´60, el “Principal” pasa a manos de la Dirección de Cultura; y en 1975 es cerrado por su alto grado de deterioro, hasta dos años más tarde, cuando reabre los telones de su hermoso escenario y el parque vuelve a definirse como espacio público.

La escultura y el nuevo diseño del espacio

En los primeros calendarios del ´90, es sustituido el tinajón que figuraba como objeto decorativo de la plaza por una fuente con una escultura, creada por Aisar Jalil, que representa a Talía, la musa griega del teatro; esta ha sido restaurada gracias al empeño de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, para la conservación y protección del patrimonio de esta urbe.

La expresión formal del nuevo diseño de este espacio urbano tendrá como base la simetría y majestuosidad que caracterizan al inmueble. En un sitio próximo a la fachada se colocará un pedestal hexagonal, que constituirá el soporte para la escultura, de modo que la obra quede a una altura de un metro respecto al piso.

Además, se proyecta la construcción de jardineras cuyos árboles propiciarán sombra a los bancos con espaldares de metal, que se ubicarán en las inmediaciones, y tendrán una decoración con los colores que identifican al teatro.

En general, la plazuela del Teatro Principal -centro cultural perteneciente al Consejo Provincial de las Artes Escénicas desde 2010- quedará, luego de su rehabilitación, como un amplio espacio al mismo nivel de la calle, tipo plaza. Ese propósito posibilitará la exteriorización de funciones, no solo del propio teatro, sino del resto de las instituciones culturales ubicadas en la zona.

Son excelentes noticias para las artes escénicas, para la cultura camagüeyana y cubana, para los habitantes de esta villa mediomilenaria en su 510 aniversario, para la ciudad y su memoria.

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