Cuando en todo el  mundo se celebra el Día de los Museos, con el tema recuperar y reimaginar, desde Camagüey y específicamente con el amor que caracteriza al colectivo de la Oficina del Historiador, celebramos los avances que se exhiben; en el proyecto del Museo Ferroviario.

Será este el lugar donde la historia, dedicada al patrimonio ferroviario de la región desde su fundación en el siglo XIX hasta el presente; se podrá disfrutar a través de herramientas interpretativas, interactivas y tecnologías de comunicación; que establecerán relaciones con el público desde la información, investigación y construcción del conocimiento.

Este rico y abarcador museo constituye una propuesta novedosa de gestión e interpretación del patrimonio industrial ferroviario. Para los que no han visitado Camagüey, les cuento que su sede se encuentra en uno de los inmuebles más significativos de la arquitectura ferroviaria camagüeyana: la antigua estación de Viajeros; edificación que revela particularidades del estilo ecléctico y la huella de la arquitectura tradicional local, a los cuales se le añaden valores históricos y sociales.

Según la elaboración y proyección de la propuesta en que se trabaja, en la primera planta, espacio que posibilita la accesibilidad para todos los grupos poblacionales y las personas con discapacidades; se ubicarán las áreas expositivas y medios tecnológicos interactivos relacionados con el ferrocarril para visualizar elementos de la vida cotidiana de los ferroviarios. Mientras en la segunda planta, se ubicará otra zona de exhibición que se complementa con el parque de locomotoras a vapor.

´Por otra parte la propuesta museográfica permite integrar, dentro del inmueble, sus valores arquitectónicos y funcionales a través de los servicios expositivos-interactivos, de investigación y preservación del patrimonio con un nexo unificador: la actividad ferroviaria.

 Recorriendo  nuestras estaciones

El viaje que comprende el recorrido por las estaciones del museo comienza en la denominada “El Lugareño”, donde se inicia con la entrada al coche Pullman y se exponen paneles con textos referentes a las estaciones que existieron en la colonia, junto a una ambientación del plano del ferrocarril principeño del siglo XIX.

Continúa el recorrido en la estación “La Vigía”, con la entrada al coche Budd y se relacionada la arquitectura, en particular a uno de los repartos de la ciudad asociado a la residencia de empleados Se incluye un material de apoyo con un mapa para ilustrar el crecimiento urbano de la ciudad; y además en su diseño se recrea la terminal de Morón, inmueble de grandes valores arquitectónicos.

En la tercera parada llegamos a la estación “El Ferroviario”, entrando por el coche Fiat, . Aquí se recrea la vida cotidiana de los trabajadores del sector, contiene la más grande muestra expositiva de objetos museables, con vitrinas y piezas relacionadas con el ferrocarril.

Pasando por debajo de un puente ferroviario llegamos a la estación “El Vapor”, esta sala tiene como objetivo ofrecer al visitante información sobre las máquinas de vapor y diésel eléctricas, el sistema de señalizaciones ferroviarias; temas prácticamente desconocidos para el público general.

En la estación “El Maquinista”, se destina un espacio para una aplicación tecnológica, el simulador, que permitirá al público infanto-juvenil convertirse en maquinista. Los jugadores tendrán la oportunidad de implementar los conocimientos generales adquiridos a través del recorrido por el museo.

Se reproduce para el exterior la parte delantera de una locomotora diésel eléctrica y en el interior todo lo contentivo de la pizarra de la locomotora diésel y otros aditamentos necesarios de la cabina.

Llegamos  a la última estación “El Tranvía”, esta área expositiva refleja la historia del Tranvía o tren urbano en Camagüey. En ella, paneles con imágenes y textos, un área dedicada a la exposición de objetos museables sobre el tema,  que se complementan con herramientas tecnológicas de un mes táctil; permitirán el conocimiento histórico de la temática a través de un juego didáctico.

Es importante señalar que para esta parada se previeron áreas de descanso con mobiliario, fundamentado en la presencia del público infantil con sus acompañantes.

Antes de bajarnos

Subirnos al tren de la historia del ferrocarril en Camagüey y soñar en cada estación con los detalles de un proyecto que aún se alimenta para crecer; resulta una experiencia única.

En todo el recorrido nos acompañó de forma virtual  María Cristina Portuondo Méndez, especialista principal del Museo Ferroviario, quien nos puso al tanto de lo que se materializa en este minuto.

“En estos momentos se trabaja en el interiorismo de las estaciones, específicamente en la estación El Lugareño, que es por donde se iniciará el recorrido; y también en el salón de espera.”

El Museo también se complementa con sus espacios exteriores, convirtiéndose en una plaza cultural, de los particulares también nos comentó:

“Se rinde tributo a los trabajadores ferroviarios con la escultura El Liniero del artista de la plástica Tomas Lara, la que próximamente estará emplazada; como digno homenaje a los que de manera anónima se esfuerzan por permitir la llegada segura a nuestros destinos, uno de los oficios más sacrificados y menos reconocido dentro del ferrocarril.

También el área del vapor cuenta con máquinas muy antiguas del transporte ferroviario, donde la imponente robustez de las mismas causa admiración a todos los transeúntes. Sobresalen 5 ejemplares que son de procedencia norteamericana, de una de las constructoras más importante, la compañía Baldwin y la Vulcan Iron de ese país, en su mayoría fueron fabricadas de forma artesanal, que son más resistentes y duraderas en comparación con las modernas locomotoras diésel.

Se destaca el Zeppelin que por su potencia no recorría más de 30 km, porque se abastecía con el vapor del central azucarero y se empleaba exclusivamente para el traslado de la caña desde los vagones hacia el basculador.

Próximamente se comenzará la construcción del área de las locomotoras Diesel que se ubicará en la zona aledaña al edificio Central de los Ferrocarriles y la terminal de ferrómnibus.”

Con el sabor de un viaje al que regresaremos para disfrutar de forma presencial, de cada uno de sus encantos, nos despedimos por el momento del Museo Ferroviario de Camagüey, un lugar mágico donde un sueño se materializa.