Nuestra institución busca día a día preservar y restablecer el patrimonio camagüeyano.
Las obras de restauración en edificaciones antiguas son escenas cotidianas para muchos de nuestros trabajadores. Precisamente en este tipo de trabajos la labor del arquitecto tiene un peso determinante en el producto final, pues ellos proyectan de manera clara y eficaz cada una de las renovaciones que se realizan.
Ellos, con su arte, son capaces de devolverle la vitalidad a construcciones que ya perecían estar en sus últimos años.
Estos enemigos de la decadencia, que cargan planos a sus espaldas, siempre se las agencian para lograr diseñar nuevas construcciones que faciliten la vida de los camagüeyanos; y que, sin embargo, mantengan ese estilo ecléctico que tanto distingue a la ciudad de los tinajones.
Es que Camagüey tiene esa característica, combina la modernidad de las urbes del siglo XXI con la variedad de estilos arquitectónicos que legaron nuestros antecesores a lo largo de la historia.
Según el arquitecto mexicano Luis Barragán “El espacio ideal debe contener en sí elementos de magia, serenidad, embrujo y misterio. Creo que estos pueden inspirar la mente de los hombres. La arquitectura es arte cuando consciente o inconscientemente se crea una atmósfera de emoción estética y cuando el ambiente suscita una sensación de bienestar”.
Y eso, precisamente eso, logran nuestros arquitectos, mantienen y crean nuevos embrujos, logran encantos que hacen de la vista de anfitriones y visitantes del Camagüey, un verdadero placer.


