La familia de la biotecnología camagüeyana: Edy (I)

Fotos: Cortesía de la autora
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A Edy puede definírsele como el “papá” de los enormes laboratorios del Centro de Biotecnología. Todos lo conocen, le piden consejos y sienten orgullo de que se mantenga con espíritu joven y diligente. Él es uno de los pocos fundadores aún activos en la institución científica que este año celebra su aniversario 34.

Edy Bover Fuentes es ingeniero químico. Comenzó en 1988 como plantilla del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Camagüey (CIGB), cuando las instalaciones aún estaban en construcción. Junto con otros jóvenes, fue a entrenarse en el CIGB de La Habana.

Con mucha pasión recuerda aquellos años, pues según afirma, fue muy intenso el aprendizaje para utilizar las nuevas tecnologías. Con su rostro feliz, comenta que independientemente de la carga de trabajo, esa época resultó maravillosa.

Para conformar la plantilla, escogieron a jóvenes recién graduados de diferentes especialidades: ingenieros químicos, biólogos, veterinarios, médicos, laboratoristas; una variada gama, de manera que todos aportaban a las investigaciones desde diferentes aristas.

La inauguración oficial

Al finalizar esa etapa, regresaron de La Habana para la puesta en marcha de los primeros laboratorios. Fue precisamente en la víspera de la celebración del histórico 26 de julio de 1989 en Camagüey -fecha en la cual Fidel vaticinó que el Campo Socialista estaba en peligro de desaparecer- cuando abrió sus puertas la institución científica, que hoy arriba a 34 años sembrando ciencia y salud.

No sería la primera vez que aquellos jóvenes veían al Comandante de cerca. Todos lo esperaban. Las fotografías captaron el momento, como un tesoro que comparten con la nueva generación de científicos, quienes van heredando el compromiso con la salud del pueblo y el entorno.

Recuerdos

Las visitas del Comandante al CIGB de La Habana eran muy frecuentes, pues seguía de cerca su desarrollo. Por eso, Edy coincidió varias veces con él durante su estancia allá. Recuerda, por ejemplo, el día que iba caminando por un pasillo con un carrito lleno de tubos de ensayo y se cruzó con Fidel. Ante la sorpresa, no supo qué hacer y quedó paralizado.

En otro momento, cuando iba a esperar el elevador, y este abrió sus puertas, allí estaba Fidel. Edy evoca aquellos encuentros como algo cotidiano en sus inicios, pues Fidel acostumbraba a preguntar sobre el más mínimo detalle y conversaba con los trabajadores de tú a tú, siempre preocupado por su bienestar.

El Comandante fue el primero en hablar de la salud en el trabajo y proponer un horario de ejercicios para los científicos dentro del edificio.

El CIGB: una familia

Para Edy, el CIGB es una gran familia; así lo define. Todos se ayudan y se preocupan por los demás, sienten orgullo unos de los otros, y caminan en el mismo sentido -entregados para que las investigaciones progresen y salgan a la luz por el bien de la salud de todos.

Esa es su misión, y el mejor homenaje a quienes apostaron por la prestigiosa instalación. ¡Felicidades a la gran familia de científicos!

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