La Avellaneda entre nosotros

Foto: Archivo OHCC
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Es y ha sido siempre la mujer el cimiento de toda obra aún cuando diferencias impuestas, por beneficios para unos y perjuicios para otros, dentro de las sociedades a lo largo de la historia; hayan querido minimizar el verdadero lugar que ocupan las féminas como estandarte del saber y la audacia.

A lo largo del siglo XIX, al calor de la lucha contra el poder colonial, la identidad nacional cubana se fortaleció con la participación de las mujeres en todas las esferas, y aunque para esa época era muy difícil desligar su papel de la solidaridad para con sus padres, maridos, hermanos y el mantenimiento del hogar como único espacio propicio para su sexo; las mujeres demostraron que su papel podía ser mucho más protagónico y decisivo.

Las normas impuestas por la sociedad no representaron barrera alguna. Ellas continuaban siendo el de símbolo de pureza, maternidad, belleza y sensibilidad, que hasta el momento constituían; pero a todo esto le sumaban una alta capacidad intelectual.

Comienza a gestarse entonces a partir de1860 el Periodismo propiamente femenino, como resultado de los esfuerzos de las cubanas por incorporarse a la vida cultural del país, aunque esto no significa que con anterioridad no existieran atisbos de esa incorporación, pero tales esfuerzos estaban circunscritos, en mayor parte, a la producción poética”. (Núñez, 1989, p.12)

Producción poética que siempre fue de la mano con la colaboración en el terreno periodístico. La mujer cubana encontró diversas maneras de subvertir su propia condición y un ejemplo fehaciente de esto, lo representa nuestra Tula, la camagüeyana ferviente, la mujer que a pesar de partir de Cuba por mucho tiempo nunca dejó de respirar de los aires de cubanía que corrían por sus venas, la Gertrudis Gómez de Avellaneda que nace cada 23 de marzo para volver a ganarse un puesto en la Real Academia de la Lengua y escribir nuevamente Sab.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Camagüey (2014). Editora de textos. Profesora universitaria. Cubana 100%. Me encanta mi profesión, la música, la naturaleza. Adoro el amor de la familia y de los amigos sinceros. Confío en el mejoramiento humano. Defiendo los animales e irradio amor cuando escucho al dúo Buena Fe o cuando mi hija me dice que me ama.
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