Cuando de pequeña iba con mi mamá a su trabajo en la imprenta Paquito González, ubicada en la calle San Esteban y me quedaba fascinada con el nacimiento de páginas, libros y carteles para el San Juan y diversas etiquetas; lejos estaba de imaginar que para tales fines, una profesión muy particular se encargaba de dar formas y coherencias a dichos productos.
Esos eran los diseñadores gráficos, que por aquel entonces carecían de tecnología. A mano esbozaban sus ideas y formas, reunían los elementos comunicativos del mensaje y finalmente, lo llevaban al tipógrafo de letras y formas, fundido en plomo para imprimirlos al papel o cartulina.
Aún puedo recordar el ruido rítmico de las grandes máquinas de la imprenta, la guillotina y la encuadernadora y finalmente, un cancionero con la letra de algunos de los temas que estaban de moda por la década del 80 y que las muchachas atesoraban para cantar junto a la radio.
El diseño actual
Años después, cuando mi trabajo estuvo más ligado a la comunicación y la Oficina del Historiador gestaba una de sus muchas campañas de bien público, pude mirar de cerca y de otra manera a los diseñadores; ya no en la imprenta, sino en la computadora y me pareció un acto de creación muy hermoso y difícil.
Recuerdo al joven y talentoso diseñador: Yander Aguila, reunido con nuestro equipo, buscando todas las ideas y símbolos posibles para conformar la campaña Ciudad que Vivo, Ciudad que soy y pienso en cuánto trabajo y dedicación lleva cada reto como aquel.
Según las teorías, el rol que cumple el diseñador gráfico en el proceso de comunicación es el de codificador o intérprete del mensaje, trabaja en la interpretación, ordenamiento y presentación de los mensajes visuales. Su sensibilidad para la forma tanto como para el contenido, debe ir de la mano.
Creo que Yander es muy sensible y se toma muy en serio la esencia de cada mensaje, por eso nuestro trabajo de equipo ha prendido en la población y si no hemos logrado todos los cambios de conducta que buscamos, por el bien de nuestra querida ciudad, al menos una parte importante de sus moradores la cuida y admira.
Día de celebración
El Día Mundial del Diseño se celebra el 27 de abril por iniciativa del Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Gráfico. Esta asociación fue fundada en el año 1963 en la ciudad de Londres.
La historia de la tipografía —y por carácter transitivo, también la historia del libro— está estrechamente vinculada a la del diseño gráfico.
Al celebrase la efeméride, creo oportuno reconocer la labor de estos artistas, que desde la Imprenta de San Esteban, en un taller hogareño o desde nuestras instituciones, traducen en imágenes y formas las ideas, mientras cambian el pensamiento, educan y sobre todo tributan a comunicar el patrimonio.