Cuando supe la noticia me alegré, pienso que a la mayoría de los cubanos donde quiera que estemos, y también a muchos otros que, sin llevar nuestra sangre, lo son de corazón porque estas raíces mezclan de una manera increíble a los seres humanos hasta el punto de sentirse parte de nuestra isla, de este caimán verde que lidera el Mar Caribe como una perla flotando; cuyo resplandor alcanza millones de kilómetros y contagia con ritmo de Son cubano.
Sí, finalmente usted lo supo, me estoy refiriendo a la declaratoria del 8 de mayo como el día del Son cubano, conmemorando el coincidente nacimiento de dos grandes: Miguel Matamoros y Miguelito Cuni, hecho que acogemos con gran satisfacción, sobre todo los que amamos ese género, y que en mi caso refuerzo por ser parte de una familia cuyas raíces campesinas lo llevó siempre arraigado de diferentes formas.
Creo se le debía este día al Son, pues cuando usted escucha durante el año, los días que se les dedican a disímiles manifestaciones, personas, acontecimientos, hechos, y tantos otros, se da cuenta que este; el del Son es archi merecido.
En el primero que pensé fue en el maestro Adalberto Álvarez, con su apelativo bien ganado de El Caballero del Son, pues a su gestión e instancia se debe en buena medida esta dedicatoria. Por eso mi felicitación a través de un sms no se hizo esperar, al que desde luego y como es habitual en él; respondió con su cariño y atención de siempre.
Luego me vienen a la memoria otros, contemporáneos unos y otros no tanto, agrupaciones que a lo largo de los años han cultivado y continúan cultivando este género y le imprimen su sello; pero todos, sin excepción, rindieron y rinden el merecido tributo a ese que en el estribillo de un tema musical dice, “…es lo más sublime para el alma divertir…´´
Muy de acuerdo que estoy, pues cuando usted oye una de esas letras musicales le cambia su semblante y le parece que algo se ha activado en cuerpo y corazón; con seguridad siente un brío diferente.
Listos para celebrar
Desde hace muchos meses ya se preparan las condiciones para celebrar el aniversario de tan importante festejo, tal como se hace con una criatura que cumple su primer año.
Se han efectuado conferencias de prensa, conversatorios y aunque con características especiales por la situación higiénico sanitarias por la que estamos atravesando, no podrá dejar de ser un acontecimiento renombrado.
Y aunque se desarrolle de forma online, estoy segura que como muchos otros eventos; este que hoy celebramos también está impregnado de gran creatividad.
Nuestra provincia, no está ajena a este agasajo, pues además del compromiso y sentimiento que nos une al Caballero, poseemos una gran cantidad de artistas que cultivan esta expresión músico danzaria y desde luego se convierte en una fiesta de soneros quienes desde ya; auguran y esperan en fecha no muy lejana que el Son pueda ser declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
A través de las diferentes plataformas digitales, los medios de difusión y de cuántas formas puedan concebirse, estoy segura, todos estamos unidos en una Jornada distinta, pero sentida y grande; donde cada uno desde su perspectiva dibuja lo que representa el Son y cómo defendiéndolo también defendemos la cultura cubana y nuestra identidad nacional.
Entonces los invito a sumarnos todos a esta campaña y hacer de este día del Son, un verdadero jolgorio, donde rendir homenaje y recordar a esos dos grandes de la música cubana que quiso el azar nacieran, aunque en años diferentes, el mismo día.