El Camagüey para Julio Antonio Mella

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Durante la década de los años veinte del siglo pasado la Universidad de la Habana, la carrera de Derecho y los intereses políticos lograron unificar a la camagüeyana Olivia Zaldívar y al eterno joven Julio Antonio Mella, relación que no fue bien recibida por la familia de la novia. Su padre Oscar Zaldívar, algunos familiares y amigos, como el abogado Omelio Freyre, opinaban que las ideas comunistas del joven traerían contratiempos en la vida de Olivia pues ya conocían de las inquietudes revolucionarias que los unían.

La Boda

A pesar de estas razones el padre dio su consentimiento, pero no asistió a la ceremonia realizada el 19 de julio de 1924 en el Juzgado Municipal del Norte de La Habana. Los recién casados viajaron de luna de miel a la ciudad de Camagüey y se alojaron en la residencia familiar, en el barrio de La Vigía, en las dos habitaciones sin alquilar.

La pareja pasaba el día en la casa de los abuelos paternos de Olivín, ubicada en López Recio 1½. Por testimonios familiares se conoce que Mella en su primera visita a la ciudad elogió la belleza de la misma, su configuración colonial, todo el encanto que encierra y el trato amable y culto de sus habitantes.

Las acciones revolucionarias

Desde el accionar revolucionario de Mella en la Universidad, antes de la boda, comienza su acercamiento a la ciudad de Camagüey, motivado siempre por Olivia. La joven le comunica los problemas que estaban teniendo lugar en el Instituto de Segunda Enseñanza de su terruño durante 1923.

Por su parte Mella, denuncia dichos hechos y esto queda registrado en el documento del Primer Congreso Nacional Revolucionario de Estudiantes con palabras muy precisas: “catedrático de Inglés del Instituto de Camagüey, indigno mentor de la juventud, a la que corrompe con sus ejemplos inmorales y su degeneración”.

Otras de las grandes acciones de Julio Antonio Mella en apoyo al pueblo camagüeyano tienen relación con el enfrentamiento de los estudiantes del Instituto y la policía el 18 de septiembre de 1924.

Redacta una carta a la opinión pública donde expresaba que desde su posición como estudiante se había sentido ofendido por hechos de tal tipo; se identifica con las personas que pedían la renuncia del Director del Instituto y acusaba a este de no lograr, por medio de su autoridad moral, resolver el conflicto y por encontrar en la fuerza policial y sus atropellos la única solución.

La Huelga

En 1925 durante su declaración en huelga de hambre los camagüeyanos, movilizados por Olivia, retribuyeron el apoyo que habían recibido por parte de Mella. Intentaron influir sobre el secretario de gobernación Rogelio Zayas Bazán que era camagüeyano.

Varios telegramas desde sectores influyentes de la sociedad agramontina pedían su liberación: el Consejo de Veteranos, el presidente del Club Rotario, del Ayuntamiento de Camagüey, de los Concejales, el presidente de “La Unión” obrera; el Comité de las Damas de la Vigía dirigió dos telegramas: uno a la madre de Machado y otro de solidaridad al Comité Pro-Libertad de Mella.

Fue así como Julio Antonio Mella llegó hasta Camagüey de la mano de la bella Olivia Zaldívar, que se convertiría en la madre de su hija Natasha Mella y quien le profesó un amor ferviente en los momentos más difíciles y confusos. Se convirtió en otro admirador de sus costumbres y encontró en esta ciudad causas y apoyo en su incansable lucha.

Bibliografía

  • Rodríguez Portal, E. (2016). “Tres Huellas en la Historia”. Revista Senderos. No 17.
  • Mella, J. (1975). “Documento y Artí Acta de la Cuarta Sesión de Trabajo del Primer Congreso Nacional de Estudiantes”. Ed. Ciencia Sociales. La Habana.
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