Ciencia e ingeniería por más salud

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Cuando se celebró aquel histórico 26 de julio en Camagüey, donde Fidel vaticinó que el campo socialista en Europa estaba en peligro de desaparecer; en la víspera abrió sus puertas el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología(CIGB) que hoy arriba a 32 años sembrando ciencia y salud.

Para conocer que sucede detrás de aquellas puertas de cristal y en sus laberinticos pasillos, con bata verde, gorro y guantes, recorreremos los salones bajo la guía de su director el Dr. en Ciencias Nemecio González Fernández, quien labora en la institución desde hace 28 años.

La historia

Debo puntualizar que el CIGB agramontino es el primero creado fuera de la capital, a solo 3 años del centro capitalino debido a la tradición ganadera de la región.

Otros logros ya son palpables en esa línea de la salud animal, para tratar la enfermedad hemorrágica del conejo y contra algunos patógenos que interfieren en la producción  del salmón, este último con intereses para compañías mundiales exportadoras del preciado pez.

Para la salud humana

Aunque sus objetivos principales son para mejorar la producción agrícola, gracias a la pericia de los científicos, lograron un  medicamento a favor de la inmunidad humana que ya avanzan en los laboratorios camagüeyanos, ese es el caso del candidato vacunal contra el cáncer de próstata, que se encuentra en una fase avanzada del estudio.

Otro aporte fue el apoyo a los ensayos clínicos de las vacunas contra la COVID, que aunque no se realizaron en la provincia, su personal y algunos aseguramientos, facilitaron el proceso.

Ahora se vincularán a la aplicación de la vacuna contra el Sars Cov.2 al ensayo clínico fase I/II en niños; según anunció en la mesa redonda la Dra. Martha Ayala. El ensayo tiene como objetivo demostrar la inocuidad del candidato vacunal en niños, para una vez aprobado por el CECMED, comenzar la vacunación en estas edades, en todo el país

Broche de oro

Este recorrido por la prestigiosa instalación fue sin dudas un viaje en el tiempo, su quehacer debe horas de sueños a los doctores y al resto de su colectivo, conformado  por 120 trabajadores.

Nemecio, según sus compañeros, es un jefe muy entregado, exigente pero empeñado en que se cumpla toda labor, pues como pude leer entre sus palabras, nunca se detiene hasta lograr que cada investigación llegue a un final glorioso, que se traduzca en Ciencia e ingeniería por más salud.

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