Tomás Vélez y Vázquez, el maestro de Nicolás Guillén

Fotos: Cortesía de la autora
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Vélez, nació en el año 1869, en pleno apogeo de las luchas por la independencia de Cuba. Su padre Vicente Vélez Piloña, mambí, estaba casado con Luisa Vázquez, ambos de Puerto Príncipe. El 28 de junio de 1887 terminó con éxitos los 5 años de bachillerato. En este mismo año solicitó el Premio extraordinario en la sección de Letras, igualmente lo logró.

Luego fundó su Academia “VELEZ” situada en su propia vivienda, donde se impartieron las Matemáticas, Teneduría de Libros y Preparación completa para Bachillerato, en la calle Lugareño No. 52. Esta arteria fue trascendental para Vélez, también para Nicolás Guillén, quien apuntó:

De la calle del Lugareño los edificios y lugares que aún tengo en la memoria son el cuartel de bomberos, en la esquina de Martí; el de la policía, entre Rosa la Bayamesa y Cristo; la academia nocturna (tenía otra, en las mañanas) de Tomás Vélez, que fue mi profesor de bachillerato;…[1]

La unión matrimonial de Tomás Vélez y Vázquez con la joven Aurelia Betancourt Sánchez, amplió el diapasón de su proyección familiar y profesional. De esta estirpe nacieron 4 vástagos: Dorila, Dra. en Farmacia, Tomás, pedagogo y profesor de matemáticas como su padre, Urbano y María Luisa doctores en Pedagogía.

 Una pluma múltiple en temas

En este semblante el vínculo con Nicolás fue decisivo, por cuanto en la Revista Literaria, Artística y Social Lis, con una periodicidad decenal, dirigida por su alumno (Nicolás), Vélez fue un colaborador habitual con artículos clarividentes.

De los 18 números que tuvo la revista, se publicaron 15 artículos de Vélez. De manera que su pensamiento fue expresado a largo plazo en toda la revista. Publicación que salió a la luz el 10 de enero de 1923 hasta el 30 de junio del mismo año.

El primer texto publicado del maestro Vélez tuvo por nombre: “Labor omniavincit”, justo en el mismo primer número de la revista. El autor luego de loar a sus jóvenes fundadores por su gran empeño, condensó los propósitos de la misma a manera de una carta editorial:

Es un ensayo, que recoge las palpitaciones de la vida nacional en el orden a que nos referimos, [el literario] pero con el colorido regional, que acaso, pueda definir en un próximo futuro, un carácter especial de nuestra vida mental.[2]

También les auguró que grandes obstáculos les vendría por sus grandes empeños y virtudes. Palabras que fueron proverbiales.

La Patria, fue el otro gran tema del Sr. Vélez. En el texto “Amemos a la Patria” reiteró los presupuestos de vigorizar el sentimiento nacional… dirimir nuestros asuntos en el horizonte de la Patria. [3]

Fue radical en el artículo titulado: “Nacionalismos”, en tensión con el contexto de entreguismo de los gobiernos cubanos a manos extranjeras:

va el País, abandonando a manos extranjeras las grandes actividades de la Nación. Y nuestro Gobierno, que se llama republicano, parece que no observa que la Patria va resbalando por un plano inclinado, que a no ponerle diques enérgicos compromete evidentemente nuestra nacionalidad.[4]

Ciertamente la significación de sus artículos lo conectó con un pensamiento de vanguardia y contrahegemónico. Muchas familias del Camagüey todavía recuerdan este magisterio impar del Sr. Vélez.

Desenlace

El periódico El Camagüeyano, el 1ro. de agosto de 1944 anotó:

Don Tomás Vélez Vázquez, prestigioso y querido mentor camagüeyano, falleció hoy en la capital. Su cadáver  será trasladado a Camagüey por tren, y llegará mañana a las doce del día.

La muerte del venerable comprovinciano, que durante tantos años ejerciera en Camagüey el apostolado de la enseñanza, nos ha producido el más hondo pesar y seguramente que en todos los sectores de esta sociedad, la triste noticia ha de ser recibida con verdadero sentimiento.

Don Tomás Vélez Vázquez, que además de su consagración a la enseñanza ocupó elevada posiciones políticas, disfrutaba de generales aprecios y su fallecimiento es sin duda un duelo de Camagüey. [5]

A las 11: 45 a.m. el pueblo se congregó en la Estación del Ferrocarril, se trasladaron a la casa mortuoria en Lugareño 207. Las guardias de honor se mantuvieron hasta el día 3 de enero. A las 9:00 a.m. se produjo el sepelio en el Cementerio General de Camagüey, en la bóveda, No. 271 situada en el primer Tramo del Cuadrante Sur Este.

Legado

En la actualidad la familia Vélez, ha permanecido en el magisterio durante los siglos XIX-XX y XXI. Tomás con su luz alcanzó a los pupilos y familiares que se bebieron día a día de sus enseñanzas.

_________

[1] Guillén, N.: (2007) “Mis queridas calles camagüeyanas” en Prosa de Prisa, Ediciones UNION, La Habana, p. 39

[2] Vélez Vázquez, T.  (1923) “Labor omniavincit”, en Revista LIS, s/p, Año 1, Núm. 1, 10 de enero.

[3] Vélez Vázquez, T.  (1923): “Amemos la Patria”, en Revista LIS, s/p, Año 1, Núm.3, 30 de enero de 1923.

[4]Vélez Vázquez, T.  (1923): “Nacionalismos” en Revista LIS, s/p, Año 1, Núm.16, 10 de junio

[5] Periódico El Camagüeyano: “Falleció en la Habana Dn. Tomás Vélez Vázquez. Un venerable mentor”. 2 de agosto de 1944, no. 84, p. 8

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