Hace 45 años que nuestro Comandante en Jefe visitó la provincia de Camagüey para la inauguración del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Máximo Gómez Báez, y en su discurso inaugural expresó… los estudiantes de la escuela “Máximo Gómez”, tendrán el deber, todos los días, con la consagración al estudio y al trabajo, de honrar la memoria de Gómez, la memoria de Ignacio Agramonte, de Martí, de Maceo”, de Camilo, del Che y de todos los que lucharon por hacer posible la patria de hoy…

Esta magnífica obra fue la segunda en el país dando respuesta a la intención de dotar de un centro de estas características a cada provincia. En la década del 70 el plan de construcción de escuelas estaba en pleno auge. Grandes centros escolares se comenzaron a construir, entre ellos las escuelas vocacionales: centros de educación secundaria y preuniversitaria especializados en la preparación de sus estudiantes en las ciencias exactas.

Con el triunfo de la revolución comenzaba así una nueva etapa en la historia de nuestro país donde se rompía radicalmente con las estructuras y modelos de vida precedente y una ola de transformaciones inundaba toda Cuba. El sector de la construcción no quedó fuera de estos acontecimientos, el estado revolucionario se dispuso a dar respuesta inmediata al problema de la vivienda y de la educación. Esta obra contó con el arquitecto Reynaldo Togores Fernández, como proyectista Heriberto Duverger y como asesor Carlos López Quintanilla.

Estilos…

Las construcciones escolares de la época empleaban el sistema prefabricado Girón, que contaban con largos bloques horizontales, todos a la misma altura, uno al lado del otro. Pero en la Escuela Vocacional, la experiencia se impuso logrando así un concepto de ciudad escolar, por su gran amplitud convirtiéndose en un verdadero conjunto urbano.

Se trataba de un internado para 2500 alumnos los cuales eran seleccionados entre los mejores expedientes de la enseñanza primaria de la provincia. Contando así con una superficie de más de 45.000 m2, incluía campos de cultivo y talleres atendidos por los mismos alumnos, con un anfiteatro, un gimnasio, teatro, una biblioteca, piscina olímpica, un magnífico comedor y con un saloncito para aprender a comer; numerosas aulas especiales donde no le faltaba nada —coro, danza, etcétera— para todos los niveles: secundaria y preuniversitario.

Las soluciones funcionales de la escuela fueron muy buenas, las distancias eran cortas y la distribución de todas las edificaciones se hicieron realmente con un verdadero arte.

El Comandante expresó su felicitación a sus constructores…esta escuela habla muy alto, pero muy alto, de los constructores camagüeyanos por la calidad del trabajo, por la terminación y por la rapidez con que se ha construido, al igual que las otras instalaciones escolares de Camagüey…

Un hombre para honrar

El nombre de la escuela “Máximo Gómez Báez”, se escogió por la trayectoria revolucionaria y su vínculo con la historia de Camagüey como un justo tributo a su espíritu revolucionario y a lo que luchó por nuestra patria a pesar de no haber nacido en esta tierra, se decidió que esta escuela llevara su nombre. La estatua ecuestre del Generalísimo se encuentra ubicada en el núcleo central de la escuela, fue realizada por el escultor José Delarra. La misma se destaca por su posición sobre una suave elevación del terreno, lo cual la hace muy accesible y familiar. Seña de esto son las fotos que se han hecho tradicionales de los alumnos junto a esta estatua.

En el cierre del discurso el Comandante en Jefe expresaría…Muchas veces se mencionan los nombres de los fundadores de nuestra patria y se les trata de honrar, pero la verdadera honra, la verdadera forma de honrar a los que lucharon por nuestro país, son obras como esta, porque ellos lucharon precisamente por esto, ellos lucharon para esto. ¡Y qué felices nos sentimos hoy de que, sobre estas mismas tierras donde se derramó la sangre de tantos patriotas, pueda levantarse una escuela como esta, pueda erigirse un monumento como este a su memoria!…