Difícil encargo resulta para cualquiera que lo haya conocido elaborar un mensaje de condolencias y despedida. Y es que la palabra que quizás mejor pudiera definirte sería “amigo”…uno entrañable y leal, insustituible ciertamente.
Vienen a la memoria momentos y esencias que caracterizaron nuestros vínculos. Tu presencia en calles y barrios junto a la Brigada Artística “Nuestra esperanza”, tras el paso del huracán Ike por tierras agramontinas, tu impronta en la concepción y materialización de la Fiesta del Tinajón; tu sin igual respaldo a músicos y artistas del territorio. Imposible olvidar el cariño especial que profesaste al Conjunto Artístico Arlequín y cómo disfrutabas verlos bailar tu antológico tema “Y qué tú quieres que te den”; tanto así, que no dudaste en llevártelos al Karl Marx durante la gala de tus 35 años de vida artística y apostar por su talento para interpretar, junto al Folklórico Nacional y tu orquesta, la canción que tanta fama le dio al Caballero.
Pero no caben dudas que lo más significativo de tu vínculo con esta ciudad resultó ser ese cariño especial, inagotable e incondicional por sus calles, sus barrios más humildes, su gente más sencilla. Para nadie es secreto tu condición confesa y evidente de camagüeyano, ese orgullo que resumían tus palabras al referirte a tu tierra natal. Tus acciones respaldaron siempre tus decires, y lo que hiciste fue mucho más que lo que pudiste decir alguna vez. Amor es la palabra más acertada para resumir tu vínculo con Camagüey.
Difícil encargo entonces se hacen estas letras, escasas acaso para sintetizar el dolor de tu partida y rendir un sencillo homenaje a tu figura, a solo pocas horas de tu partida física. Sinceramente, Caballero, humilde resulta este texto para tanto pesar y agradecimiento.
¡Gracias, Caballero! Ciertamente mucho te extrañaremos, olvidarte nunca será posible. Vamos a pedir para ti, lo mismo que para cada uno de nuestros seres más queridos: imperecedera luz. Descansa en paz o mejor aún, descansa entre los músicos más encumbrados y el más cadencioso de los sones.