Cada día cobra mayor fuerza en el mundo la necesidad de priorizar el cuidado a los adultos mayores atendiendo al paulatino envejecimiento poblacional, que a su vez suma padecimientos propios de ese proceso que exige de cuidadores de donde no escapan madres, padres, abuelas y muchos otros dispuestos a asumirlo. Por eso es tan importante tomar consciencia de que el cuidado profesional no es tarea para personas no entrenadas y exige evaluar de forma realista la situación en la que una persona requiere asistencia.
El cuidador de un anciano o persona que lo requiera por un padecimiento, ya sea por un enfermero o familiar, debe tener en cuenta que esto puede afectar su salud ¿Cómo cuidarlo entonces, mientras se hace cargo de este gran peso? Recomiendan especialistas que, en este tipo de procesos, más bien lentos, suele ser difícil trazar un límite, pero hay que tratar de no perder el contacto con uno mismo y prestar atención al propio bienestar.
¿Cuidas a un enfermo en casa?
Debes tener en cuenta que de no asumirlo de manera comedida puede tener consecuencias para el futuro. Muchos cuidadores terminan convirtiéndose en personas que tienen que ser cuidadas. Saber cómo organizarse para asumirlo es algo fundamental, así como buscar apoyo en un servicio ambulante de cuidados de personas capaces de orientar.
Son importantes las pausas, delegar otras tareas y preguntarse también cuánto tiempo se puede y quiere dedicar. La mayoría de las personas que requieren de asistencia se suelen sentir aliviadas si le pueden quitar de encima algo de carga a sus personas más queridas.
Migrañas, dolores de espalda, falta de sueño y otras alteraciones psicosomáticas acompañan esta gran tarea. Muchas veces son los familiares los que quieren cuidar a sus seres queridos durante el mayor tiempo posible, algunas parejas se hicieron la promesa de cuidarse mutuamente en la vejez y es algo difícil de romper.
Como parte del proyecto sociocultural de la casa natal de Carlos J. Finlay se incluye el espacio Aprendiendo a vivir con Parkinson, actividad dirigida a pacientes aquejados por la enfermedad, pero con especial tratamiento a familiares, y cuidadores, así como a todas aquellas personas interesadas en conocer características y el tratamiento de esta enfermedad.
Arteterapia aglutina pacientes con discapacidad intelectual, cognitivo, sensoriales o con trastornos mentales, quienes, a través de la rehabilitación social, alcanzan un mejor funcionamiento de los procesos lógicos del pensamiento, la memoria, atención, acción y concentración. Estas personas son acompañadas en muchos casos por un familiar que también se inserta en la dinámica.
Nuestro país constituye un ejemplo muy evidente de la estimulación del servicio de cuidadores y no por gusto se dedica el 5 de noviembre a conmemorar esta fecha.