Un Martí para recordar

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De lágrimas y acero fue labrada su tierna pluma. Con ella colmó de verdades periódicos y libros que mostraban al mundo su posición y lucha por la igualdad plena del hombre.

Sacrificó el calor de la familia, los primeros pasos de su único hijo, la amistad sincera de Fermín y Mendive, el amor, toda su vida.

Prefirió la lejanía y la soledad, el viaje continuo en busca  de otros amigos que lo apoyaran desde fuera, en la preparación de una guerra para liberar a su patria y a la América toda, porque en su corazón cada hombre tenía el mismo amor repartido.

Muchas veces se vio con la muerte a un lado de la mesa, al otro la soledad y con un pueblo a sus espaldas; pero con el valor y optimismo por delante para seguir escribiéndole a sus seres queridos y hacer volar en la sinceridad de sus palabras mensajes llenos de cariño a todos, porque para él la libertad de los hombres constituía la esencia de la vida.

Nuestro Martí, al pequeño que tenía el alma de una gigante

En la corta pero pródiga obra del Apóstol de la independencia cubana  no existen fronteras, ni tiempo para definir cuándo realizó sus primeros artículos políticos. Escribir a favor de la justicia y la libertad fue himno perenne en la pluma del Maestro desde que tuvo uso de razón.

Con solo 9 años el pequeño Pepe, como cariñosamente lo llamaban, vio azotar a un negro en la finca “Hanábana”, en la que su padre era agente de la autoridad. Tal escena le hizo olvidar todo lo hermoso que había aprendido de los animales del lugar.

Ese día en su conocimiento de niño se despertó una conciencia de justicia tan avanzada que escribió: “Quién ha visto azotar a un negro, ¿No se considera para siempre su deudor? Yo lo vi cuando era niño, y todavía no se me ha apagado en las mejillas la vergüenza…Yo lo vi y me juré desde entonces su defensa”.

Años después sufrió prisión por sus ideas y de ese triste y tortuoso tiempo surgió la cruda denuncia  y acusación del inhumano proceder de España  en la Isla, recogida en las páginas de “El presidio político en Cuba”  publicado en España a donde fue desterrado.

 Prosas martianas…

Muchas fueron las prosas y poemas de José Martí impregnados  más que de política, de extrema denuncia, por la justicia y la igualdad.

Su  brillante frase “Patria es Humanidad”, nunca ha podido borrarse de la conciencia  de los hombres que en el mundo defienden la justicia, porque en solo tres palabras se resume: calidad de vida de la población, respeto a los derechos humanos,  felicidad y deseos de construir una humanidad más justa.

Según el intelectual y religioso Frei Beto, Patria es la capacidad de una nación de integrarse con otras, en la cual la humanidad constituye una sola familia, sin discriminación y prejuicios étnicos, sociales o religiosos, “Patria es una humanidad solidaria, justa, libre y pacífica.

Martí dejó bien claro que un humano es un ser cultural y espiritual, y esto depende de la formación básica de la persona, del cultivo de valores, del idealismo, las convicciones y prácticas altruistas; en este sentido cualquier acción justa y sustentada en principios  nobles de engrandecimiento y desarrollo de la tierra en que hemos nacido y por las que luchamos siempre será humana y nos hará mejores personas.

Foto tomada de : www.radioreloj.cu

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Camagüey (2014). Editora de textos. Profesora universitaria. Cubana 100%. Me encanta mi profesión, la música, la naturaleza. Adoro el amor de la familia y de los amigos sinceros. Confío en el mejoramiento humano. Defiendo los animales e irradio amor cuando escucho al dúo Buena Fe o cuando mi hija me dice que me ama.
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