Educar para liberar. A propósito del Día del Educador

Fotos: Cortesía de la autora
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Los antecedentes de prácticas educativas liberadoras en Camagüey en el contexto de la nación son de larga data. Se destaca Joaquín de Agüero y Agüero (1816-1851) quien en 1842 fundó una escuela gratuita en Guáimaro para niños pobres. Por este noble gesto la Sociedad Económica de Amigos del País lo nombró a Agüero socio honorario.

Igualmente durante la Guerra de los Diez Años, en la  Constitución  de  Guáimaro del 10  de  Abril  de  1869 se ratificó  la  necesidad  de  imprimir  un carácter  popular a la enseñanza, lo cual fue refrendado  por la  Ley  de  Instrucción Pública de la República de  Cuba  en Armas  en  cuyos artículos  se establece la enseñanza primaria  gratuita,  las clases a impartir, la flexibilidad para establecer profesores ambulantes y escuelas en las prefecturas entre otras.

“…había que  ver al propio Mayor fungiendo de comprensivo maestro  de enseñanza  primaria,  de  algunos  de  sus  subordinados  más cercanos,  como es el caso del mulato Ramón Agüero,  a  quien enseñó  a leer con la punta del cuchillo en las hojas de  los árboles …”

Como consecuencia, bajo el mando de El Mayor Ignacio Agramonte y Loynaz se desarrollaron organizaciones de carácter civil entre ellas las conocidas “Academias”, que incluían el ejercicio de la enseñanza en los campamentos militares. El  acto  de  crear  una  escuela  en  aquellas  difíciles condiciones  constituía  una prueba del avanzado  pensamiento social.

Asimismo, a partir de 1878 durante la Tregua fecunda, las Asociaciones de instrucción y recreo de las diferentes capas populares desarrollaron además prácticas educativas autoemancipadoras. La intención no se centró simplemente en desarrollar la inteligencia de la persona sino transformar todos los aspectos de su ser: el intelecto, la imaginación, la sensibilidad y la voluntad. Se reconfiguraron como instituciones educativas de resistencia, en tanto transitaron a contra corriente, al demandar igualdad y justicia social y procederes gratuitos para los más desventajados.

En torno a la Constituyente de 1940. Educar para liberar

El intelectual cubano Juan Marinello Vidarrueta (1898-1977) desató un intenso debate educacional a favor de la unificación o universalización de la enseñanza presentado al artículo 65 del Dictamen de la Comisión Coordinadora de la Sección de Cultura y Familia: la enseñanza primaria obligatoria y gratuita. Las instituciones secundarias con un número ilimitado de matrículas, el Estado cubrir la manutención por medio de becas. Eliminando fronteras de clase y género.

1959: El desafío educativo en gestión

En el propio enero al llamado de Fidel Castro, se fomentó los primeros pasos de alfabetización en la Sierra Maestra. En la temprana fecha del 7 de febrero de 1959 se formula la Ley Fundamental de 1959, el Artículo 48 establece que: La instrucción primaria es obligatoria, la enseñanza vocacional gratuita igual que la segunda enseñanza elemental y toda enseñanza superior cuando las impartan el Estado, la Provincia o el Municipio. El primero de diciembre del mismo año se publica la Reforma Integral de la Enseñanza. Luego, el 5 de marzo se creó la Comisión Nacional de Alfabetización y Educación Funcional.

El Ministerio de Educación (MINED), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Ejército Rebelde, sistematizaron principios de la educación popular y demostraron que la alfabetización desde plataformas no formales de instrucción, sin límites de edad, sexo, ocupación, u otras condicionantes construyeron las columnas primigenias de la eliminación de las desigualdades sociales, a favor de la justicia e inclusión social.

Progresivamente en 1960 la Comisión Nacional de Alfabetización asumió el proyecto de la revista Arma Nueva, instrumento de propaganda y asesoramiento, e intensificó los cursos de preparación de los alfabetizadores.

1961, Año de la Educación

Es en 1961, Año de la Educación, cuando la UNESCO reconoce el esfuerzo cubano en la batalla contra el analfabetismo. El joven maestro voluntario de 19 años Conrado Benítez García en el Escambray el 5 de enero fue asesinado, consternación popular. En respuesta, el 30 de agosto en la IV Reunión Nacional de Alfabetización del MINED se dio a conocer el 95,3 por ciento de alfabetización de los analfabetos censados en 1953. El 6 de junio se emite la Ley S/N sobre la Nacionalización General y Gratuita de la Enseñanza.

22 de diciembre de 1961

El 22 de diciembre, Armando Hart al dar lectura al Informe Final de la Campaña en la Plaza de la Revolución, ante los alfabetizadores y ante los trabajadores, declaró que durante los años 1959 y 1960 se alfabetizaron 100 000 cubanos, y en ese año 1961, durante la Campaña de Alfabetización propiamente dicha, la cifra de alfabetizados fue de 707 212 adultos. En Cuba el índice de analfabetismo quedaba reducido a 3,9 por ciento del total de la población, 6 933 252 habitantes en aquel entonces.

Fuerza alfabetizadora que llevó a cabo la Campaña:

121 000 alfabetizadores populares

100 000 brigadistas Conrado Benítez

15 000 brigadistas Patria o Muerte

35 000 trabajadores de la enseñanza

Desde entonces, cada 22 de diciembre el pueblo cubano HONRA de forma especial la noble tarea del Educador.

Bibliografía

Bell, José, Delia Luisa López y Tania Caram (2008) Documentos de la Revolución Cubana 1961, Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

De la Torre, Mildred (2015) Las paradojas culturales de la República, Cuba (1902-2000), Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

Díaz, María del Pilar (2004) Ideología y Revolución. Cuba, 1959-1962, Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

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