Ejemplo de inclusión social: Federación democrática de mujeres en Camagüey

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MSc. Kezia Zabrina Henry Knight

La historia de la mujer camagüeyana es un espacio sustantivo en el contexto sociocultural cubano aun por distinguir en su plenitud. En este sentido, el asociacionismo femenino en la primera República es un ejemplo a destacar.  Como antecedentes del tema a tratar hay que referirse al siglo XIX, ellas se organizaron en secciones o departamentos propios de mujeres en las asociaciones de instrucción y recreo, ayuda mutua, socorros, entre otras existentes.

Desde entonces su membresía era respaldada por una solicitud de su esposo, padre o hermano mayor encargado de la familia, amparados por la legislación del Código Civil Español  de 1876 que articuló la Ley de Asociaciones también para las provincias ultramar.

En este contexto reprimido para el desarrollo social del sexo femenino, la mujer africana y sus descendientes antes del siglo XVIII desde los cabildos de nación y de las cofradías católicas de negros y mestizos dispusieron de cierta autonomía fundamentalmente económica y religiosa aunque bajo control gubernamental.

En ocasiones ellas pudieron comprar la libertad de esclavizados, cuidar con atención médica a enfermos y permitirse velorios con ceremonias de cruz alta y enterramientos dentro de las iglesias en lugares distintivos previo pago. Igualmente para mujeres devotas en 1880 se funda en la ciudad la Asociación Madres católicas.

En el siglo XX…

Sin embargo es a inicios del siglo XX cuando la mujer camagüeyana transgrede barreras y se asocia de manera independiente e intensa desde perfiles distintos conforme a la morfología social, política, económica, profesional y religiosa imperantes. Cual espejo del entramado social en 1911 fundaron asociaciones de mujeres negras y mestizas: Unión Club e Hijas del Trabajo (1912).

En el ejercicio de las prácticas políticas se distinguieron: la Federación Nacional de Mujeres Revolucionarias Auténticas (1914), Libres pensadoras (1914) y la Unión nacional de mujeres liberales (1945). En 1920 se funda en la ciudad desde un anclaje feminista: la Asociación femenina de Camagüey y en 1926 el Camagüey Tennis club.

El alcance instructivo de la mujer también se representó con instituciones como: Hermanas Oblatas de la Providencia (1937), Asociación Provincial pro enseñanza popular de la mujer (1941), Colegio Nacional de Profesoras de corte y costura (1947).

De manera particular dentro de la vida militar la mujer ejerció liderazgo independiente al instituir en 1939 la Sargentería Femenil del Partido Unión Nacionalista de Camagüey.

Asimismo las mujeres extranjeras también se organizaron: Unión de damas hebreas (1929), Damas de la colonia española (1932) y Club de mujeres antillanas británicas (1942). Esta pequeña muestra indica el alcance asociativo femenino en la ciudad de Camagüey en la etapa republicana.

Federación Democrática de Mujeres Cubanas

La Federación de Mujeres Democráticas Cubanas surge en 1948 y fue el segundo intento de unirse todas las instituciones femeninas en una sola institución nacional y con propósitos comunes de luchar por los más diversos intereses de la mujer en el país, distingüendo la democracia.

La primera convocatoria de unidad nacional de todas las mujeres fue la Alianza Nacional Feminista en 1928 en defensa del sufragio femenino.

Esta organización se inspira en la Federación Democrática Internacional de Mujeres, fundada en París en 1945, donde su objeto social fue “aglutinar mujeres obreras, campesinas, empleadas, amas de casa, sin distinción de raza, religión, ni partido, para luchar por la liberad completa de los derechos de las mujeres y los hombres. Actualmente tiene su sede central en Sað Paulo, Brasil.

Las cubanas no solo a demandaron cambios sociales sino que también denunciaron asesinatos de líderes obreros y políticos como Jesús Menéndez. Lucharon por el progreso de Cuba, el bienestar de la familia, la seguridad del hogar y la paz mundial.

Entre sus filas militaron mujeres como Mirtha Aguirre, Elena Gil y la revista Mujeres cubanas fue su órgano de prensa. Esta asociación tuvo proyecciones políticas, feministas y sociales de gran alcance: la defensa de la mujer obrera y en funciones parlamentarias demandaron acciones de trascendencia social importantes.

Delegación de Camagüey de la Federación Democrática de Mujeres Cubanas

En la calle Industria No. 452, en la Habana, el 23 de junio de 1949, el Comité ejecutivo de la (FDMC), acuerdan con Julia Heredero Lastra la conformación de la Delegación de Camagüey.

El día 4 de julio a las ocho y media de la noche en la casa ubicada en la calle Oscar Primelles No. 558, en Asamblea municipal previa convocatoria se instituye y se redacta el Reglamento de la FDMC en Camagüey que luego es presentado al Gobierno Provincial y se aprueba el 14 de julio del mismo año.

La directiva estuvo formada por Julia Heredero Lastra como presidenta, Felicita Ortiz como vicepresidenta primera, secretaria Julia Benemelis Vázquez y vice secretaria Ascención Gregorí, secretaria de actas: Flora Morales Varona.

Sus miembros advierten a mujeres experimentadas en otras asociaciones, sobre todo de instrucción, recreo de negros y mestizos como Victoria y Antonio Maceo, femeninas como Camagüey social, de profesionales como de Maestros, Comadronas facultativas, políticas como el Partido Socialista Popular, entre otras.

Su objeto social

Se distingue el artículo segundo que marca como objeto social: Organizar a las mujeres obreras, campesinas, profesionales, empleadas, amas de casa sin diferencias de raza, religión, ni partido político, para luchar por la igualdad completa de los derechos de las mujeres y los hombres en todos los dominios de la vida social, política, económica y jurídica. 

Además: Luchar por el mejoramiento de las condiciones de vida de la familia cubana, extensión de los beneficios de las leyes sociales a las campesinas, la organización de las instituciones de seguros sociales, incremento de la asistencia social que garantice a la familia trabajadora contra la enfermedad, la vejez, la invalidez y la muerte. Desarrollando toda actividad en defensa de la paz, de los principios democráticos, del progreso político y social de nuestra patria, coordinando estos esfuerzos con los similares de las mujeres de distintos países.

Estos propósitos demuestran por una parte las falencias existentes en las políticas gubernamentales de la época y además sus propósitos más allá de reformas superficiales.

Las demandas y luchas abarcaron la intención de una unidad de todas las mujeres con un proyecto inclusivo, democrático, radical y participativo de gran alcance local, nacional e internacional.

Felicita Ortiz, ejemplo singular de la FDMC y en el tiempo

En entrevista realizada, en ocasión del otorgamiento de la medalla “Ana Betancourt” en el acto central por el XXV aniversario de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, Felicita expresó su vida comprometida con la FDMC y con los principios de luchar por los más explotados.

Esta camagüeyana fue un ejemplo a destacar dentro del asociacionismo general y el femenino en particular. Su labor dentro de las FDMC se multiplicó en liderazgos otros como en el magisterio popular, fundando escuelitas rurales llevando el pan de la enseñanza a familias en extrema pobreza en los campos de difícil acceso.

Su vida política radical, primero como socialista popular y luego como militante comunista estuvo sujeta a riesgos y persecuciones. Su participación significó y promovió la inclusión social de todos los seres humanos como estilo de vida desde perspectivas diversas materializadas luego con un alcance mayor como fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Bibliografía

Archivo Histórico Provincial de Camagüey (AHPC) Fondo Asociaciones.

González, J.C. (2005) En busca de un espacio: Historia de mujeres en Cuba, La Habana, Editorial Ciencias Sociales.

Henry Knight, K.Z. (2012) Aproximación antropológica a costumbres funerarias en Camagüey. Siglos, XVIII, XIX y XX   En http//: www.pprincipe.cult.cu Tomado de www.ohcamaguey.co.cu).

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