La semana de la cultura camagüeyana siempre nos trae un espacio muy esperado por todos desde el 2014, un encuentro con la artesanía local y foránea, que inyectan un soplo de alegría a quienes gustan de las manualidades.
La pandemia en los dos años anteriores nos privó de la semana de las celebraciones por el aniversario del nacimiento de la Villa, este año por fin regresó de manera presencial y trae consigo la Feria de Artesanía Camagüey 500 +, en su octava edición, que desde el 2 de febrero abrió sus puertas en el Recinto Ferial.
La feria
Unos 30 expositores con las diversas manifestaciones atraen un constante ir y venir del público de todas las edades, aunque los destinados al calzado, los accesorios decorativos y utilitarios, tanto para el hogar como para uso personal, son los más concurridos.
Destacan en la actual edición dos novedades: una corresponde a los jabones artesanales de las Tunas bajo el nombre de Cosmética Natural, que oferta productos elaborados con esencias orgánicas. El otro proyecto atractivo es Revolotear, destinado a los más pequeños de casa con curiosos juguetes de madera, de llamativas formas y diversos fines.
La iniciativa corresponde a la filial camagüeyana de Fondeo Cubano de Bienes Culturales, por tanto la presencia de artesanos locales está presente con fabulosas creaciones en textiles, calzados, artesanía y plantas ornamentales, además de algunas pequeñas empresas de dulcería y pastelería.
Qué opinan los asistentes a la Feria
Mientras recorría los diferentes puestos de venta y buscaba alguna artesanía para alimentar el espíritu, escuché las opiniones de algunas personas, que, aunque están felices de asistir a la feria y poder apreciar todas las creaciones, sienten que no todos pueden comprar, pues los precios siguen elevados; los calzados y diseños más económicos y por ende demandados, se agotan pronto.
La propuesta seguirá abierta hasta el día 14 de febrero, los enamorados tendrán la posibilidad de adquirir piezas de arte con gran valor utilitario que permiten llevar a casa un regalo no solo para lo cotidiano, sino también, para alegrar el alma.