Por: Sheila Barros Fals y Alejandro García Gutiérrez
¿Qué sería de un profesional de la palabra sin la inspiración para educar, orientar e informar a su público?
La noticia veraz, el reportaje atrevido, la crónica que nos eterniza, el comentario que denuncia; todos géneros que confluyen en el ir y venir de una sociedad que se transforma como su gente.
Y la inspiración, allí tocando las puertas o simplemente presentándose con una ciudad que tiene historia en cada adoquín, plaza o plazuela.
En una ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad y que con más de 500 años late fuerte al lado de cada periodista para trasmitir su esencia longeva y moderna, no se explica la labor de quienes preservan su patrimonio sin el vínculo con los profesionales de la prensa.
Desde la fundación de Patria por Martí y hasta la actualidad; los hombres y mujeres que contamos con la labor de comunicar a través de las palabras, las imágenes o el sonido nos enamoramos más de lo que nos representa, de ese tesoro único que se llama patrimonio, del legado histórico de cada generación que le imprime a nuestra ciudad de los tinajones los valores que no mueren con el tiempo, sino que florecen para perfumar los días.
Es por ello que, desde la propia creación de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, la institución no ha cesado en el empeño de mantener un vínculo cercano con la prensa, para que, desde los distintos medios y formatos, los modernos y los tradicionales, mantengan al tanto a los ciudadanos de los por qué de cada intervención, de las aspiraciones de cada proyecto.
Pero los periodistas y medios no solo han sido un puente firme entre la institución y la opinión de los ciudadanos, sino que ha jugado un rol determinante en la educación y sensibilización de toda la población, con el objetivo de que se tenga claro que la preservación del patrimonio es una tarea de todos y que su salvaguarda es una de las más nobles faenas que se pueda realizar.
No en vano los medios de prensa en Camagüey fueron reconocidos con la mayor distinción que puede otorgar la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, pues ellos también han sido pilares indispensables en la preservación del patrimonio agramontino.
