Por Claudia Sánchez (Estudiante de Periodismo)
¿Por qué resultan tan atractivas las visitas al Museo Ferroviario de la ciudad? ¿Cuáles son sus propuestas?
Les cuento que fue inaugurado el pasado 25 de febrero, luego de largos años de reparación e inversión exhaustiva. Se estudiaron y repararon viejas locomotoras y utensilios ferroviarios que, debido al paso del tiempo, se encontraban casi al borde del olvido.
La dinámica lograda sobresale, pues las instituciones y personas que se hallaron involucradas en el proyecto, conformaron un modelo de asistencia al museo que rompe con el esquema tradicional. Comenzamos nuestro viaje a través de estas instantáneas.
Se reconstruyó la antigua estación ferroviaria de la ciudad.
La visita guiada tiene un módico precio y simula un paseo en tren.
El visitante recibe un tique, que funciona como un boleto.
Brindan una explicación detallada de la historia del Ferrocarril.
Existen zonas de juego interactivo y de tecnología avanzada.
Se expone la maqueta de la primera locomotora que hubo en el país.
El visitante puede realizar un recorrido virtual a través de pantallas táctiles.
Se exhiben utensilios de uso ferroviario, muchos de ellos donados por maquinistas que aún viven.
El público puede interactuar de manera libre.
Antiguas locomotoras de gran valor patrimonial para Camagüey.
La mayor parte de la producción cañera se trasladaba en estas máquinas.
La maqueta del trencito de Hatuey, hecha totalmente de madera, realiza un recorrido sobre los pequeños rieles.
La escultura El Liniero del artista Tomás Lara, representa el trabajo de los linieros y la fuerza que depositan en ello.