Puede resultar extraño hablar de radioaficionados en tiempos actuales donde la Internet y otras tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) desbordan el orbe, sin embargo, no muchos se han puesto a pensar que antes de que surgiera Facebook en 2004, ya los radioaficionados tenían su propia red social.
¿No lo habías pensado? pues te explico: Fueron los radioaficionados los pioneros en intercambiar mensajes de voz o por telegrafía en Código Morse y participar en chats colectivos, consolidando así amistades con océanos de por medio.
Algunos conocedores y miembros de esa federación cubana, la definen como una “manera de vivir y de servir a las personas que te rodean. Es un pasatiempo que promueve la cultura, el saber, la solidaridad, el compañerismo y juega determinadas funciones sociales”.
Son posibles hoy día este tipo de enlaces, gracias a los descubrimientos que científicos como el ruso Alexander Popov, el croata Nikola Tesla y el italiano Guillermo Marconi, realizaron a finales del siglo XIX y abrieron el camino a las comunicaciones inalámbricas.
El nacimiento de la radio afición a nivel mundial dio paso a lo que después sería la radio como medio de comunicación, pues ambas se sostienen bajo el mismo principio: equipos que emiten y reciben señales electromagnéticas a través del espectro radioeléctrico.
Idéntico soporte ha hecho posible en la actualidad adelantos tecnológicos tan necesarios como el Bluetooth, la telefonía celular o la conexión Wi-Fi.
Orígenes
Cada 18 de abril, aficionados de todo el mundo se hacen presentes en las ondas de radio, para celebrar el Día Mundial de la Radioafición. Fue este día en 1925, que se formó la Unión Internacional de Radioaficionados en París y crearon la IARU para apoyar la radioafición a nivel mundial.
Se ha comprobado que antes de la fecha que Cuba tiene enmarcada la primera trasmisión radial, el 22 de agosto de 1922 con la emisora 2LC de Luis Casas Romero, ya en el país varios radioaficionados habían tomado la delantera y experimentaban y departían por radio, sugiere el volumen Memorias de la Radioafición en Cuba.
El crecimiento posterior de ese gremio en el país estuvo caracterizado por seguir los patrones de desarrollo similares a la de los Estados Unidos, de donde se importan equipos, partes, piezas y las publicaciones fundamentales.
En 1938 a través del “Radio Club de Cuba” se ingresa a la Unión Internacional de Radioaficionados (IARU) y previamente en diversas conferencias y convenciones de radio, como parte de las delegaciones gubernamentales.
No es hasta el 15 de julio de 1966, por medio de la Ley 1198 que se constituye la Federación de Radioaficionados de Cuba, y a ella se le propone integrar a todos los colectivos de radioaficionados que existen en el país.
Su labor en Cuba
Una de las facetas de la radioafición, y quizás la más conocida por el pueblo, es sin duda su labor en las emergencias por desastres naturales y situaciones extremas. Es difícil encontrar en los últimos 80 años uno de estos eventos – en cualquier país – en los cuales no salga a relucir el trabajo de los radioaficionados del lugar.
Cuba como país no es una excepción, por el contrario es y será siempre una demostración de este espíritu de vinculación a la comunidad y la Patria, que marca el trabajo de los amantes de las transmisiones radiales.
Pueden señalarse como ejemplo del trabajo desinteresado y casi siempre anónimo, de los Radioaficionados en momentos de peligro: el huracán Paloma que azotó y destruyó parte del poblado de Santa Cruz.
En aquellos momentos terribles, los radioaficionados fueron durante varios días, prácticamente la única vía de comunicación desde y hacia el lugar, cuando todas las demás modernas tecnologías se colapsaron ante el embate de los fuertes vientos y las lluvias.
Ese no es el único caso. Muchos ejemplos más pudieran recordarse en prácticamente todos los territorios de un país que por su situación geográfica está constantemente expuesto a desastres naturales. En Cuba los Radioaficionados forman parte del Sistema de Comunicaciones de los Consejos de Defensa a todos los niveles.
Los camagüeyanos
Sé que existe un gran número de asociados a esta compleja tarea, pero conozco a un miembro del grupo, que en muchos eventos importantes lo he visto en acción y sé que no solo disfruta sus transmisiones, se las toma muy en serio y las pone al servicio del territorio en periodos de elecciones, ejercicios de la defensa y tiempos de contingencias.
Recuerdo que para el aniversario 490 de la ciudad, el centro histórico era un hervidero de obras en construcción y preparativos culturales para la gran ocasión, yo era periodista cultural en Radio Camagüey y en un auto-radio improvisado con una planta y un transmisor móvil, recorríamos diferentes puntos de la ciudad y desde allí reportábamos.
En una ocasión me tocó salir con Luis Milán, el radioaficionado del que les cuento, quien además es realizador de sonido en la emisora provincial y gracias a sus contactos, pudimos establecer comunicación con lugares que no imaginábamos y estaban también produciendo para la celebración de la ciudad desde la distancia.
Homenaje
Después de todos estos apuntes y recuerdos, no puedo dejar de reconocer la temeridad y el deseo de transmitir paz y amor de estos radioaficionados, que en los tiempos crudos de la pandemia, también buscaron alternativas con sus equipos, para decir al mundo y conocer a su vez, cómo la esperanza de una vacuna avanzaba y Cuba ya casi la tenía en la mano.
Felicidades por su labor, que a 97 años de reunirse en Paris por primera vez, su actual celebración los inspire a seguir tejiendo lazos de amistad desde su propia red social.


