“No se tenga miedo de honrar a quien mereces”, dijo José Martí, con esa máxima se rindió homenaje esta mañana a Joaquín de Agüero y sus compañeros: Fernando de Zayas,Tomás Betancourt y Miguel Benavides, en el sitio histórico donde fueron fusilados hace 168 años por el anhelo de una patria libre.
El pensamiento avanzado de Agüero se materializó al ser el primer patriota que liberó a sus 8 esclavos y les entregó tierras, para convertirlos en hombres libres integrados a la sociedad.
Luego, el 4 de julio de 1851, firmó la primera declaración de independencia que recoge la historia. Esta tuvo lugar en San Francisco de Jucaral y provocó su detención y posterior fusilamiento.
Reunidos entorno al monumento que recuerda la cruel ejecución, representantes del partido y el gobierno en el distrito, también de la Asociación de Combatientes y trabajadores de la salud; rememoraron la triste página de la historia libertadora que conmovió a los citadinos de la época.
Un detalle para recordar
Horas después del fusilamiento, los cuerpos de Joaquín de Agüero y Manuel Benavides aún yacían en la Sabana de Méndez.
Sus familiares por miedo a la represión española no los reclamaban para sepultarlos. Al atardecer serían lanzados a una fosa común donde terminaban los desconocidos.
El coronel Don Agustín de Miranda, sin temor a la detención fue y se hizo cargo de los restos mortales llevándolos al panteón de su familia para darle digna sepultura.
La bóveda cifrada con el número 98, en el campo santo de la iglesia del Sagrado Corazón, hoy cementerio general de Camagüey, desde entonces guarda los cuerpos.
En una suerte de testamento histórico, Don Agustín redactó a máquina todos los detalles del hecho, para que sus hijos, con el objetivo de ponerlos al tanto y pedirles conservar la tumba.
Según relata, en 1906, la alcaldía se hizo cargo del cementerio y realizó una intervención en la bóveda para evitar el deterioro que presentaba.
Muchas leyendas rodearon la discreta loza que guarda los restos del patriota. Nuestro equipo fue en busca de la conformación de que aún los restos del mártir descansan en la bóveda familiar de Los Miranda y así es.
Ahora la Oficina del Historiador labora en un proyecto que le dará sepultura definitiva.
Con esta nueva bóveda estaremos saldando una deuda con la historia y con la memoria de Joaquín de Agüero y sus compañeros, que además del 12 de agosto, merecen gratitud eterna de todos nosotros, por ofrendar su vida por la libertad de Cuba.