La Banda Municipal de Música rasgó el silencio y el genuino mármol de Carrara brilló al instante, luego que el Padre Salvador Basulto, vicario del Obispado y capellán del asilo, bendijo el conjunto escultórico para su pronta develación. Justo, un Día de las madres, el domingo 8 de mayo de 1955, el pueblo agramontino se agolpó a las 10.00 a.m. frente al Asilo del Padre Valencia para ser partícipe del acto.
Las donaciones del pueblo conducidos por la iniciativa de los señores Juan Bautista Castellón (Don Pancho) director de la emisora CMJK y Luis Pichardo Loret de Mola, jefe de información general del periódico El Camagüeyano, hicieron realidad un sueño de devotos y agradecidos de la labor sin par de José de la Cruz Espí, un generoso benefactor franciscano muy honrado por sus obras caritativas, acreditado como el Padre Valencia, por su lugar de nacimiento.
Representantes de la orden San Francisco de Asís en la Habana fueron invitados al acto. Las ofrendas florales fueron enviadas por el Jardín La Orquídea, Jardín La Rosa Blanca y Florería Vidal. El colegio Hogaristas también tributó una ofrenda, igualmente la escuela de Artes plásticas José Martí. Un niño de solo 11 años: Rigoberto Vento, también fue protagonista del magnánimo acto.
El escultor y su obra
Heliodoro Álvarez del Campo, fue el escultor que tuvo a su cargo la obra. Su nombre realmente no forma parte de las figuras más encumbradas del arte. De manera que los datos biográficos son escasos y se moldearon con la piedra de este conjunto escultórico que costó un poco más de 5 mil pesos, según datos aportados por el periódico El Camagüeyano. El pedestal fue costeado por el Alcalde municipal de Camagüey, Panchito Arredondo.
El conjunto está formado por tres figuras humanas, y un perro. La figura central es el Padre. Al lado izquierdo está ubicado un anciano que interconecta su mirada con el rostro de José de a Cruz Espí y apoya su cuerpo sobre un bastón. Por el otro lado, el derecho, está una mujer sedente, necesitada, donde su vista está totalmente entregada al rostro de El Benefactor.
El perro subraya simbólicamente la presencia de leprosos. El escultor singularizó cada personaje, y la piedra marmolea trasmite tanto los pliegues de las ropas, los claroscuros, el movimiento, el gesto oportuno como el alma del caritativo. Por otra parte, se trabajó los signos de la orden franciscana. El hábito francamente visible de la orden de San Francisco de Asís, pues en su cintura se muestra el cordón franciscano de tres nudos ciñendo el sayal. Denotando los votos de pobreza, castidad y obediencia. En su cuello la cruz de Tau y el Cristo de San Damián, símbolos distintivos de la orden.
¿Quién fue el Padre Valencia?
El 2 de mayo de 1763 nació en Valencia, España, José de la Cruz Espí. El 15 de agosto de 1777 determina una vida de consagración perpetua. Sirvió a la orden en México, California, Cuba. Hizo de Puerto Príncipe, su destino, escribió al presbítero D. Ceferino Álvarez desde Trinidad el 4 de octubre: “Yo creí siempre que N.P. Provincial se hubiera acordado de la palabra que V. me dijo le había él dado que al despedirse, de que en llegando a la Habana me mandaría al Príncipe.”
Su obra reflejada en la escultura
Gertrudis Gómez de Avellaneda escribió:
“Los leprosos vagaban por las calles pidiendo por amor de Dios una limosna, que ni aun las personas más piadosas podían tenderles sin apartar los ojos de su repugnante aspecto. Aquellos infelices seres ꟷpeligrosos para la salud públicaꟷ se multiplicaban de día en día; a pesar de perecer en gran número, hacinados en inmundos e ignorados tugurios, a lo que la ciencia médica no llegaba nunca para proporcionarles algún alivio, y ni aun la misma religión acudía siempre para ofrecerles, en sus últimos momentos, auxilios espirituales”.
Además de su obra caritativa, sanitaria con los leprosos la ciudad de Camagüey tiene en sus huellas más profundas el alma del Padre Valencia: El monasterio-colegio de las Ursulinas para ilustrar la inteligencia y formar el corazón de las doncellas. El Hospital de mujeres y la Iglesia del Carmen. Entre otras obras.
En perspectiva patrimonial
El patrimonio cultural material está fuertemente ligado a la memoria histórica, herramienta de identidad cultural y reconstrucción del sentimiento identitario. El monumento escultórico conmemorativo sobre la obra trascendente del Padre Valencia es un ejemplo de conexión del pasado histórico, el presente patrimonial y el futuro posicionamiento de valores.
Bibliografía
Eusebio del Niño Jesús (1926) Compendio biográfico del Padre Valencia, Imp. Seoane y Fernández, La Habana, Cuba.
Periódico El Camagüeyano, 1955