Desde 2007 cada primer viernes de agosto se celebra el Día Internacional de la Cerveza. Esta bebida cuyo origen se remonta aproximadamente al año 4000 a.c en la actualidad tiene gran popularidad en casi todo el mundo, a tal punto que se calcula existan más de 10 000 marcas de cerveza.
Cuba no es una excepción a este fenómeno. El calor que predomina en la isla durante la mayor parte del año hace que la cerveza sea una bebida por excelencia para refrescar el cuerpo.
Camagüey desde 1985 tiene su propia fábrica, la Empresa Cervecería Tínima, la cual fue inaugurada por el Comandante en Jefe Fidel Castro como parte de un convenio con el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) representado por la República Democrática Alemana. Su tecnología estaba diseñada para la producción efectiva de un millón de hectolitros anuales según refiere la profesora de la Universidad de Camagüey María del Carmen Escobar Castor.
Esta investigadora agrega que la fábrica se decidió construir en Camagüey por su ubicación geográfica y la disponibilidad de un alto nivel de agua subterránea con características idóneas para la fabricación de cervezas. La institución, además, tenía el objetivo de abastecer de sus producto principal y derivados como la malta a las provincias Ciego de Ávila, Santi Spíritus y Las Tunas.
La Tínima se convirtió desde entonces en una de las marcas punteras de la cervecería en Cuba, aunque a día de hoy su presencia es escasa en el mercado nacional y carne fresca para el comercio de reventa.
Encontrar alternativas para su producción, no es solo una exigencia de las personas amantes de la cerveza, también es útil para la comercialización en restaurantes, bares y otros sitios gastronómicos.
No deja de ser la Tínima un símbolo de la tradición “cervecera” en Camagüey, un producto que debemos rescatar para que el calor sofocante de nuestro verano y los problemas cotidianos, sean un poco menos agresivos.