Transformaciones inadecuadas en fachadas: secuelas del desconocimiento

Foto: Cortesía de la autora
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Por: Lourdes Viamontes Cardoso

La conservación de los inmuebles en los centros históricos resulta de gran interés para preservar los valores patrimoniales de una ciudad. En los últimos años, en el Centro Histórico de la Ciudad de Camagüey, se han acrecentado transformaciones a nivel de fachada de manera negativa, con consecuente pérdida de valores en sus inmuebles; lo que evidencia el desconocimiento de regulaciones urbanas que debieron respetar. Esta realidad trae como resultado, visuales desfavorables a nivel arquitectónico y urbano.

Transformaciones indebidas más frecuentes

Ampliaciones y divisiones se han originado en viviendas del centro histórico de la ciudad, generando crecimiento en altura de los inmuebles, como búsqueda de soluciones, en muchos casos sin respeto al estilo arquitectónico del inmueble. Esto ha acarreado la transformación del perfil bajo, característico del centro histórico urbano agramontino.

Otras problemáticas que se suman a este fenómeno son las subdivisiones de unidades edificatorias, las modificaciones inadecuadas en alineaciones, la sustitución de carpinterías y herrerías, violando proporciones. Tales son los casos de la apertura de puertas para cochera, también la incorporación de elementos de mal gusto, copiados de otros estilos. Como ejemplos de las tendencias negativas más “populares”, pueden mencionarse la inserción de balaustres, cariátides, columnas y capiteles; que afectan los frentes de fachadas y las visuales que se perciben a lo largo de la trama urbana.

Formas y diferentes elementos empleados, producen efectos discordantes, extraños o ridículos en inmuebles y su entorno. Cambios en la disposición y ritmo de los vanos originales, así como el uso de la puerta “P”, prohibidos en las regulaciones urbanísticas, provocan pérdida de valores en inmuebles que han perdurado a pesar de haber transitado por diferentes épocas. Algunas de estas transformaciones inadecuadas han traído como resultado, que valiosos exponentes de un estilo arquitectónico, se convirtieran en lamentables ejemplos de inmuebles inarmónicos.

Responsabilidad compartida

La conservación de nuestro patrimonio está en manos de todos. Ante la intención de realizar cualquier acción constructiva existe la Oficina de Orientación y Consulta a la Población del Centro Histórico; que tiene por premisa orientar, sensibilizar y capacitar. Antes de proceder con una ejecución, se deberá solicitar las Regulaciones Urbanísticas a la Dirección Municipal de Arquitectura y Urbanismo.

Las regulaciones urbanísticas tienen justamente la misión de ordenar y controlar las trasformaciones físicas en un territorio determinado, siendo de especial cumplimiento las que se han dictado para nuestro centro histórico, el cuál ostenta la condición de Monumento Nacional; y una parte sustancial de este, la de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

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