Domitila García Duménigo, primera mujer fundadora de una publicación en Cuba, y Sofía Estévez Valdés, considerada la poetisa patriota, fueron las primeras directoras del periódico principeño El Céfiro. El mismo fue fundado por Francisco y Emilio Peyrellade.
La llegada de la imprenta a Cuba en 1720 marcó un hito fundamental en la concepción y el desarrollo del periodismo. En este sentido, La Habana se convirtió en la séptima ciudad del Nuevo Mundo a la que llegó la imprenta.
La prensa en la etapa colonial, si bien se consideró como un portal de oportunidades de comunicación, también nació con fórceps, pues la censura determinó los pasos de su desarrollo. Las autorizaciones para instalar una imprenta y editar una publicación solo eran concedidas por el Capitán General.
1812: Libertad de prensa
El primer periódico que vio la luz luego de la libertad de prensa promulgada en la Constitución de Cádiz de 1812 fue El Lince, con artículos de carácter internacional. Entre sus colaboradores se encontraba José de la Luz y Caballero. En ese mismo año se funda el periódico principeño El Espejo.
José Minueses, primer principeño dedicado a la imprenta, instaló el primer taller tipográfico en 1821. Se destaca una prensa con tres aristas fundamentales: una a favor de la Corona española, como por ejemplo La Gaceta de Puerto Príncipe; otra, con fines culturales, como La Orquesta y El Discípulo; y una tercera dimensión con proyección a la propaganda contrahegemónica, como El Céfiro.
El Céfiro
El Céfiro se convirtió en uno de los periódicos más importantes de la ciudad. Impreso en los talleres de El Fanal de Puerto Príncipe, y con su redacción ubicada en la calle Astillero no. 29.
Fue fundado por Francisco y Emilio Peyrellade, con la colaboración de Rafael García Álvarez. Como se apuntó anteriormente, las jóvenes Domitila García y Sofía Estévez fueron sus primeras directoras.
Estructura
Circuló con cuatro páginas, de 40 centímetros (cm) de alto y 30 cm de ancho. Generalmente, su distribución era en tres columnas. Respondía a intereses literarios, costumbres, modas. Se escribían novelas, relatos cortos, poesías, anuncios, entre otras secciones.
Ciertamente, la literatura consultada anota como fecha de circulación del periódico de 1866 a 1868. Sin embargo, el ejemplar que atesora los Fondos raros de la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella tiene como fecha 1886, 25 de abril, no.12. Es oportuno destacar la posibilidad de registrar esta muestra como otra temporada de la publicación, como también solía suceder.
Fragmento
“Todo aquel que, faltando a un deber de patriotismo, haya tratado de hacernos la guerra entre las sombras del misterio, ha procedido mal, ha procedido no como proceden los hombres de recto juicio y acrisolada conducta, sino como hombres de mala fe, dignos solamente del desprecio general; porque toda idea noble que tienda a la realización del bien público, debe ser amada y respetada de todos aquellos que se precian de amar a su país natal”.
Consideraciones finales
Si bien este ejemplar resultó extemporáneo, conforme a lo que la literatura crítica recoge, realmente mantuvo el espíritu libertario y comprometido con las libertades patrias de sus primeras directoras.
Fuente:
Marrero, J. (2018) Dos siglos de periodismo en Cuba. Momentos, hechos y rostros. Editorial Pablo de la Torriente Brau.