La Casa de la Diversidad Cultural este diciembre celebrará un año más de creada. El inmueble, Premio Nacional de Restauración en el 2011, propicia un espacio de intercambio que favorece la pluriculturalidad. A la vez, fomenta el desarrollo de opciones académicas para lograr un mayor conocimiento de la cultura camagüeyana.
Perteneciente a la familia Robirosa, la Casa es muestra de la arquitectura catalana y ejemplo del eclecticismo en las edificaciones agramontinas. Se halla ubicada en las inmediaciones del Parque Ignacio Agramonte, otrora centro político de la villa Santa María del Puerto del Príncipe.
Hoy, esta institución abscripta a la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, posee, en sus pinturas murales, una de las mayores atracciones para los visitantes que buscan adentrarse en la historia y el arte; legados a la ciudad de los tinajones.
Además, en sus cuatro salas museables se puede encontrar toda una mezcla de cultura, tradiciones y religiones de diferentes partes del mundo.
Y si esto fuera poco, próximamente, la Casa de la Diversidad incluirá en su catálogo de exposiciones, una amplia muestra de vajilla valiosa y refinada.
Esta sede constituye un espacio para el diálogo entre las asociaciones y comunidades de descendientes de distintas nacionalidades que confluyen en la idiosincrasia lugareña.
En el verano, la institución se suma al amplio programa de actividades recreativas que ofrece la Oficina del Historiador. Sus especialistas se vinculan en los recorridos históricos por el centro de la urbe; mientras que los talleres que se imparten tratan temas como la filatelia y la fotografía.
La Casa de la Diversidad es un esfuerzo por aumentar el interés y consumo de la cultura e historia camagüeyanas; y por asumir la coexistencia de diversas culturas en nuestras memorias patrimoniales.