La historia de uno de los primeros bustos de José Martí existentes en Camagüey

Foto: José A. Cortiñas Friman
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En una de las escaleras que da acceso al segundo piso del edificio sede de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), se encuentra, tallado en mármol de carrara, un imponente busto de José Martí, el cual había sido colocado originalmente en el hoy Parque Martí, y cuyo autor era un enigma hasta hace algunos años.

“El busto estuvo varias décadas en el parque hasta que la OHCC decidió intervenir allí y se creó un nuevo conjunto monumentario. Entonces se realizó un proceso de restauración, porque este tenía un gran vínculo con las luchas estudiantiles en nuestra provincia. Durante ese proceso, debajo de unas tres capas de pintura, encontré la firma del autor, a quien desconocíamos”, comenta el artista Roberto Estrada, encargado de restaurar la obra.

Su autor fue el camagüeyano Esteban Betancourt Díaz de Rada, quien es reconocido como uno de los primeros escultores en trabajar la figura del Apóstol. Su maestría era tal que tuvo influencia en la obra de otros artistas.

“En el momento en el cual se hace la convocatoria para hacer lo que hoy es la Plaza de la Revolución de La Habana, se solicitó que desde lo artístico se tuvieran en cuenta los conceptos de realización que había tenido Esteban Betancourt a la hora de abordar la figura de Martí”, argumenta Estrada.

Si bien la obra de Díaz de Rada no tiene mucho reconocimiento en la actualidad, tampoco carece de relevancia. Él fue el encargado de realizar una de las metopas de la fachada del Capitolio Nacional, y en Camagüey se encuentran otras esculturas como los relieves del monumento a Barberán y Collar, y la escultura de Manuel Ramón Silva, ubicadas en el Casino Campestre.

Además, una imagen tallada en madera muy similar a la del busto se encuentra en el Museo de Bellas Artes.

La fecha de creación del busto es difícil de precisar, pues el artista no solía plasmar el año de terminación en la firma de sus obras, ni existen registros u otros documentos de consulta.

“Como profesional tengo la impresión de que el busto nunca estuvo terminado, además, tiene problemas en las dimensiones, que me da a entender que durante el proceso de creación hubo una rotura del material cuando tallaba una de las orejas y por las características que tiene la obra pudo aprovechar material de más atrás y terminarla.”

Lo cierto es que el busto -inconcluso o no- posee un gran simbolismo y sirvió de obra de culto para que fundamentalmente la juventud camagüeyana le rindiera tributo a Martí.

De ahí el empeño de la Oficina del Historiador por restaurar y preservar la que quizás haya sido una de las últimas obras de Esteban Betancourt Díaz de Rada y uno de los primeros homenajes desde la escultura a Martí, en suelo camagüeyano.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte. Fan de los deportes, el cine y la música cubana. Catcher del equipo de softbol de la Prensa de Camagüey, actualmente los subcampeones de Cuba. Encargado de realizar los materiales televisivos en Audiovisuales Príncipe, Grupo de Comunicación de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.
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