El silencio de la sala de lectura, del amplio y extenso pasillo, y de cada uno de los talleres creados en función de preservar la memoria histórica contrasta con el ir y venir de los trenes, con el pito de las locomotoras, con el vibrante sonido que produce el rodar sobre rieles.
Allí, en el Archivo y Centro de Información de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) -ubicado en el segundo nivel del Museo Ferroviario– sus especialistas desarrollan una esmerada labor de restauración y conservación, como significativo aporte al patrimonio documental que día a día contribuyen a enriquecer.

La recepcionista, la bibliotecaria, la especialista del Taller de Digitalización, las dos gestoras del Archivo Central, la conservadora, la restauradora y la especialista principal dan vida a un sitio en el cual la ventilación, la limpieza manual de los documentos, las fumigaciones preventivas, el uso de estantería metálica y de cajuelas de cartón resultan indispensables medidas para sostener el plan de protección y cuidado que rige el trabajo en la institución.
Mariuska González Noguerol, la especialista principal del Archivo, conoce muy bien cada espacio y cada paso de los diversos procesos que allí se desarrollan. En la Sala de Lectura, por ejemplo, estudiantes, profesores, investigadores y el público en general pueden acceder a tesis, documentos históricos, fotografías… El Centro de Información guarda relevantes textos de la autoría de Eusebio Leal, de Aurelia Castillo (1914), y de Juan Torres Lasquetti (1888) -con una reedición hecha por la OHCC.
Igualmente, atesora el primer proyecto de ferrocarril urbano firmado por Enrique Loynaz del Castillo -que data del año 1893-; documentos, fotos y artículos del historiador Gustavo Sed Nieves; y una nutrida colección de las revistas Antorcha -incluye ediciones que vieron la luz a partir de 1938- y Senderos -perteneciente al sello editorial El Lugareño-, y de los Cuadernos de Historia Principeña escritos por Elda Cento Gómez.

Pero este Archivo Histórico no funciona únicamente como repositorio. Con el empleo de varios materiales e instrumentos, y equipamientos como lámparas y mesas de luz, la joven Anisleidis González Carmenates trabaja diariamente en el Taller de Restauración creado gracias a un proyecto de colaboración internacional.
A lo largo del amplio pasillo de la institución se encuentra también el Taller de Digitalización, donde la experimentada Marisol García Silva se encarga de una “parte importante en la conservación de los documentos, pues posibilita que el usuario no tenga que manipularlos”, como ella misma valora.
De los criterios para jerarquizar en qué orden se realiza el proceso, también comenta Marisol, quien enumeró tres elementos fundamentales: importancia del documento, grado de deterioro y antigüedad.
En ese departamento, las alianzas con la labor de conservación resultan vitales. El uso de sofisticados equipos y la maestría de la especialista han hecho posible la existencia en formato digital, por ejemplo, de todos los números de Antorcha -una revista mensual ilustrada de los Ferrocarriles Consolidados de Cuba- y del mencionado proyecto de ferrocarril.

En otro local radica Delvys Velazco Alpízar, la especialista del Archivo Histórico Provincial a cargo del Fondo de Ferrocarriles, un depósito que reúne valiosas fuentes documentales de entre los años 1852 y 1942. “Los documentos más importantes de este Fondo son las Actas de las Juntas Directivas de la Empresa de Ferrocarriles. También tenemos planos y mapas que ilustran el desarrollo de ese medio de transporte en el territorio, y un volumen de expedientes y recortes de periódicos”, especifica ella.
Es común llegar hasta el segundo piso del Museo Ferroviario y encontrar muchachos muy jóvenes del Politécnico Cándido González Morales estudiando, consultando documentos, visitando cada uno de los espacios del Archivo, dialogando con las especialistas… Ellos y quien necesite acceder a información fidedigna, clasificada y valiosa tienen en este lugar un centro en el que la gestión documental y la preservación de la memoria histórica son fundamentales.
