Desde que la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe se estableció entre los ríos Tínima y Jatibonico es difícil encontrar un sitio de mayor simbolismo para los camagüeyanos que el hoy Parque Agramonte. Esto no solo está dado por ser uno de los cinco espacios vinculados a la fundación y evolución de la Villa, o porque resalte la escultura de El Mayor Ignacio Agramonte, sino también por cada elemento que lo conforma.
Plaza de Armas, Plaza de Recreo y Plaza de la Reina fueron algunos de los nombres de este emblemático espacio público antes de ser bautizado como Parque Agramonte.
Durante la colonia, varios sucesos ocurridos allí tienen vínculos, de una forma u otra, con las ansias de libertad de los camagüeyanos. En el año 1812 fueron asesinados en este lugar ocho esclavos que formaban parte de la conocida como Conspiración de Aponte, suceso que recoge una de las tarjas ubicada en el sitio. Con la colocación en 2013 de esta tarja, Camagüey se convirtió en la primera provincia que erigió un monumento para salvaguardar en la memoria colectiva la conspiración antiesclavista e independentista de José Antonio Aponte.
De igual modo, en 1853 fueron sembradas cuatro palmas, en homenaje a los camagüeyanos Joaquín de Agüero, Fernando de Zayas, Miguel Benavides y Tomás Betancourt, fusilados el 12 de agosto de 1851, tras sublevarse contra la metrópolis.
En 1912, la propia Amalia Simoni develó la estatua ecuestre de Ignacio Agramonte, lo que terminó de convertir al sitio en un espacio de culto a la figura de El Mayor y en -quizás- el espacio más representativo del territorio.
La imagen que exhibe en la actualidad la adquirió tras una gran intervención constructiva acometida por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey a inicios de este siglo. Cuentan que el día de la inauguración, sin convocatoria alguna, los agramontinos abarrotaron el lugar.
Pocos años después, el parque acogió la ceremonia en la que se le otorgó de manera oficial la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad a un fragmento del Centro Histórico, acontecimiento que está plasmado en bronce en uno de los accesos al sitio.
Con el paso del tiempo, el Parque Agramonte se ha convertido es un espacio para la preservación de la memoria histórica, el homenaje y el disfrute de la ciudad por lugareños y visitantes. Distinguir este espacio cuando se cumplen 509 años de la fundación de la Villa de Santa María, hoy Camagüey, es rendir tributo a esencias culturales y tradiciones patrias.