La decisión de presentarse a las pruebas de aptitud para la carrera universitaria que luego cursaría durante cinco años no fue casual. Desde niño, Humberto Delgado Fernández quedó fascinado por los dibujos y planos con los que trabajaban los compañeros de su mamá. A la empresa donde ella laboraba por aquel tiempo, iba de visita en sus días de vacaciones el muchacho que hoy es uno de los jóvenes arquitectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC).
Fue en el año 2014 cuando Humberto egresó de la universidad agramontina, e inició su camino en la profesión en la Empresa de Proyectos de Ingeniería y Arquitectura # 11. Con el trabajo diario en esa reconocida entidad de nuestra provincia, él aprendió muchísimo, “sobre todo con respecto al uso de softwares y herramientas digitales para el diseño”. Allí se vinculó fundamentalmente a los proyectos relacionados con la construcción de hoteles en los cayos Cruz y Santa María.
Un lustro más tarde, el joven arquitecto tuvo la oportunidad de asumir nuevos retos como proyectista y diseñador. Desde 2019, en el departamento de Proyectos de la OHCC ha podido soñar y ver el resultado de varios de sus proyectos de reanimación, “siempre con la máxima de salvaguardar, proteger y preservar el patrimonio edificado, lo cual hace que nuestro trabajo tenga una gran connotación social y por ello debamos asumirlo con mucha responsabilidad”.
En la lista de los más actuales no puede faltar el proyecto de rehabilitación de Independencia, -una de las principales arterias del Centro Histórico de la urbe- el cual incluye notables transformaciones en esa calle y en espacios urbanos ubicados en su entorno, como el conocido Parque de Las Cubanitas.
Además de ese trabajo que Humberto ha presentado en varios espacios, como el Taller de Arquitectura, diseño y urbanismo celebrado en febrero último, la oportunidad de crear el proyecto de Aula Inteligente “me permitió no solo investigar y sumergirme en el mundo de la nueva pedagogía, sino que me dio la primera experiencia en una obra. Ver el resultado fue algo muy satisfactorio”.
Arquitectura y música
Su propia apariencia física demuestra que a Humberto es difícil encasillarlo con etiquetas o estereotipos. Quizás por eso, no le resulte simple autodefinirse en primer lugar como arquitecto, o como músico; y asuma esos dos caminos con la misma pasión. “Aunque sean ámbitos que pudieran verse como distantes, tienen en común la creación, y que en ambos es imprescindible la comunicación con los públicos, pues constituyen expresiones artísticas”.
Incluso desde el nombre de la banda de la cual es bajista se hace alusión a un término relacionado con los procesos constructivos. “Desbroce es la primera etapa de una obra. Consiste en extraer y retirar de las zonas designadas los árboles, la maleza, los escombros… o cualquier otro material indeseable. Sirve para alistar el terreno y comenzar a construir”.
Así, como analogía, como significado de lo que está por comenzar, surgió el grupo de rock al que Humberto pertenece y que está vinculado a la vanguardia artística joven en la provincia, por medio de la Asociación Hermanos Saíz. “Cada integrante de Desbroce provenía de proyectos extintos, así que fue como demoler lo antiguo para edificar un nuevo proyecto”.
Arquitectura, música, arte… son palabras claves para Humberto Delgado Fernández, quien conforma su universo creativo desde su relación con una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
