El policlínico docente José Martí, de la ciudad de Camagüey, ha cerrado temporalmente sus puertas y trasladado su consulta y servicios médicos a otros locales o a centros de similares prestaciones en el territorio, debido a un necesario proceso de restauración.
En este inmueble con Grado de protección uno, debido a su alto valor patrimonial, radicó la casa de Tomás Pío Betancourt, primer historiador de la ciudad, y posteriormente fue el colegio de las Salesianas para niñas pobres. Esta condicionante, y el alto impacto social de su actual uso, resultaron factores decisivos para que la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) se hiciera cargo de asumir el proceso inversionista.
“Nos dimos a la tarea de consultar con la Dirección Provincial de Salud cuál era el presupuesto con el que contaban para esta obra, dado que ellos tampoco tenían concebido realizar una intervención a gran esta escala. Ellos cuentan con un presupuesto de 1,8 millones de pesos, insuficientes para lo que se debe hacer, por lo tanto, desde la Oficina hicimos una evaluación técnica con participación del Consejo de Dirección y valoramos a partir del presupuesto que teníamos asignado para la realización de otras obras cuánto podíamos destinar a la intervención de este inmueble”, cmenta Yurisniel Hernández Romero, subdirector de Inversiones de la OHCC.
Gran parte de los fondos previstos para la ejecución de otro proyecto, alrededor de 23 millones de pesos, serán utilizados en esta intervención, ya que la Oficina del Historiador la ha asumido como la obra de mayor impacto social del año.
“Actualmente, la vulnerabilidad fundamental se encuentra en los entrepisos de madera donde hay tabloncillos y vigas que están podridas, además de otros problemas que se detectaron en el proceso de levantamiento de los pisos”, explica el ingeniero Noel Iraola Valdés, uno de los proyectistas de la obra.
Por el momento no es posible precisar cuánto tiempo puede demorar la obra. “Hemos hecho zonificación del edificio no solo desde el punto de vista del estado constructivo. También hemos atacado los problemas desde el punto de vista de consolidación y reparación para ir dando soluciones por etapas. No es totalmente seguro, pero quizás esto permita abrir paulatinamente este centro de salud,” agrega Iraola Valdés.
Terminar cuanto antes las labores del policlínico Centro es importante, no solo por el hecho de rescatar los valores patrimoniales del inmueble, sino porque representa una imperiosa necesidad de los más de 30 mil habitantes del Centro Histórico que reciben allí sus servicios médicos, muchos de ellos mayores de 60 años, y que por el momento deben trasladarse a otros centros de salud más alejados.
Fiel a su esencia humanista, la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey dirige sus esfuerzos a beneficiar a un amplio sector poblacional, con el fin de elevar la calidad de vida de los camagüeyanos.