En la ciudad de Camagüey, el inicio del San Juan da paso a gran variedad de tradiciones, desde las características congas y comparsas, hasta los ajiacos. Sin embargo, quizás sea menos conocidas por los más jóvenes la costumbre de adornar las calles durante los días de festejo, una iniciativa que incluso llegó a ser competitiva y premiada por la comisión organizadora de la gran celebración de nuestra ciudad.
Esta tradición -que comenzó con el surgimiento mismo de la festividad- ponía a prueba el ingenio de los propietarios de las viviendas, quienes eran capaces de adornar sus calles con infinidad de recursos estéticos, por lo que en ocasiones se lograba una especie de paseos temáticos alegóricos a fechas históricas, programas de televisión, entre otros temas.
Participaban fundamentalmente las calles del Centro Histórico de la urbe, aunque en las afueras de esta zona no eran pocas las arterias que se sumaban a la tradición. Una de las calles multipremiadas en estas lides fue la de Jesús María, entre Callejuela y San Esteban, lugar donde aún se recuerda aquella costumbre.
Incentivar y recuperar tradiciones de este tipo es una manera de revitalizar el San Juan camagüeyano y de motivar a los agramontinos por el afán de mantener viva una de las festividades más antiguas y genuinas de Cuba.