El siete de julio de 2008, una noticia sorprendió gratamente a los camagüeyanos. En el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, su conductor Randy Alonso divulgó una información de último minuto: un fragmento del Centro Histórico de la ciudad de Camagüey sería incluido en la lista del Patrimonio Mundial. Casi de inmediato, el teléfono de Reinaldo Echemendía sonó para recibir la buena nueva.
“Me llaman y me dicen lo que estaba sucediendo, y de inmediato me comunico con unos amigos y con los integrantes del Ballet Folklórico, porque algo teníamos que hacer. Yo estaba de vacaciones, pero no podía quedarme en casa. Nos reunimos en el parque de Cristo e hicimos una gran charanga o rumba por varias calles de la ciudad, y terminamos en el parque Agramonte.
“Ahí le explicamos a la gente que se había sumado -que no era poca- lo que había sucedido, y la fiesta siguió. La intención no era hacer una declaratoria oficial, pero sí por lo menos hacer una popular”, comenta Echemendía.
El objetivo se cumplió con creces. Las personas acudieron al parque Agramonte para celebrar la noticia, suceso que quedó bien guardado en la memoria espiritual; tanto que los agramontinos asumen el 7 de julio como el día de la Declaratoria, y no el 10 de ese propio mes, como oficialmente refiere el certificado emitido por la Unesco.
“Lo que hicimos fue impulsado por ese sentido de pertenencia que tenemos los camagüeyanos para con la ciudad. Fue producto de la emoción por tan importante declaratoria”, agregó el director del Ballet Folklórico de Camagüey.
Estos 15 años con la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad han significado un gran reto para la ciudadanía y para quienes velan por preservar los valores patrimoniales de esta urbe y su Centro Histórico, la cual ha asumido el 7 de julio como una de las fechas más importantes de su calendario.