Casa Guillén: una puerta abierta a la poesía

Foto: José A. Cortiñas Friman
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El inmueble donde nació el Poeta Nacional Nicolás Guillén, en su Camagüey, acoge la Fundación que lleva su nombre. En los últimos meses, la casa ha sido renovada, para difundir su legado poético y periodístico; un empeño de un grupo de escritores y artistas que han puesto su corazón junto con el de Yohandra Santana, presidenta de la Fundación.

Deseosa de conocer acerca de las diferentes peñas y eventos, fui hasta la casona, situada en la calle Hermanos Agüero. Allí me esperaba la vicepresidenta, Verónica Fernández.

Al llegar al umbral, recordé una costumbre camagüeyana prácticamente en desuso: la de tener la puerta de la calle entrejunta con un gancho de metal. Como indica la tradición, toqué, quité el gancho y ya estaba en el salón, cuando a mi encuentro vino la anfitriona.

Después del saludo, le comenté a Verónica que había vuelto a mis recuerdos de la casa de mi abuela Cachita, donde siempre la puerta de entrada permanecía de esta manera, para que los vecinos y conocidos pudieran quitar el ganchito y entrar sin más. Así permanece el hogar del poeta, siempre abierto a todos los públicos.

Misión

La misión de divulgar su obra y de compartirla desde diferentes manifestaciones artísticas la pude constatar al adentrarme en los hermosos patios interiores de la casa, donde prevalece el verdor de las plantas, el tinajón tan presente en su obra, y todo lo que puede llevarnos en el tiempo a la “suave comarca” que enamoró a Guillén.

Dan fe de ello las variadas peñas que allí se realizan: Todas las mujeres, Huellas de la Historia, Visiones de la sociedad camagüeyana, así como la dedicada a la música de concierto; propuestas con que también tienen como fin común el de sumar a los vecinos cercanos a la casona.

Desde la poesía

A la casa de la Fundación Guillén, los versos del Poeta Nacional también llegan de una manera curiosa, mediante el proyecto de libros artesanales que lleva adelante la escritora Niurkis Pérez.

Igualmente están presentes los jóvenes creadores, a través del proyecto Casa de la Poesía. En este espacio guilleniano, el amor, la familia, la negritud y sus costumbres tienen una cita rimada.

Un reto futuro

La restauración del inmueble y los encuentros que promueve la fundación Nicolás Guillén desde su filial en la provincia de Camagüey, permitirán hacer realidad un sueño: la apertura de un museo interactivo.

Otro reto que ya avanza es el proyecto con la comunidad de haitianos en La Clarita -un pueblo del municipio de Vertientes- para la divulgación de las costumbres de ese asentamiento de emigrantes, desde las recetas de comida típica, la danza, la música y la creación de sus propios instrumentos.

Sin dudas, en la casa que visité son muchísimas las formas en las cuales se divulga el pensamiento y la obra del poeta camagüeyano, quien vino de andar y aquí se quedó para siempre.

La despedida

Cuando me disponía a marcharme, de camino a la puerta principal, alguien tocó, quitó el ganchito y entró buscando ayuda. Era una profesora interesada en el los textos del poemario La paloma de vuelo popular (1958).

Entonces desempolvamos el poema Casa de vecindad, el que después de zafar el gancho de la puerta, ya estábamos recitando.

Casa de vecindad, patio del mar Caribe,

Con mi guitarra de áspero son, aquí estoy,

para ver si me saco del pecho una canción.  

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