Por: Raúl Cristovo
Considerado el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Camagüey, el emblemático Parque Agramonte deviene hasta la actualidad escenario de algunos de los sucesos políticos, culturales y sociales más relevantes de la urbe a lo largo de sus más de cinco siglos de fundada.
La otrora Villa Santa María del Puerto del Príncipe data del 1514, cuando se fundó en la costa norte del territorio. Pero no fue hasta 1528 que, luego del trashumar de sus habitantes por otros lugares, se asentó definitivamente entre los ríos Tínima y Hatibonico, que atraviesan esos dominios.
Precisamente donde hoy radica el citado parque fue el espacio generatriz de la trama urbana, área del principal centro político, administrativo y comercial de la localidad y de la futura jurisdicción.
Desde entonces, el referido emplazamiento, ha tenido diversas denominaciones: Plaza de la Iglesia Mayor, entre 1812 y 1814; Plaza de la Constitución, de 1820 a 1823; Plaza de Armas, en 1823; Plaza del Recreo, en 1839; Plaza de la Reina, en 1845; nuevamente Plaza de Armas en 1899 y luego en ese mismo año y hasta hoy, Parque Ignacio Agramonte.
Un sitio emblemático
Consecutivos acontecimientos históricos y socio-culturales han fomentado la admiración de los habitantes de la tercera ciudad más poblada de Cuba, por la Plaza de Armas, que según estimados, para la época contaba con apenas 13 mil habitantes.
Con los primeros movimientos independentistas contra el yugo español a inicios del siglo XIX, la Plaza sirvió de escenario de tristes acontecimientos, como los del 16 de marzo de 1826, con el fusilamiento de los patriotas Francisco Agüero y Velasco y de Andrés Manuel Leocadio Sánchez.
En el aspecto constructivo y arquitectónico el lugar experimentó en 1839 remodelaciones, obras de embellecimiento, que seis décadas más tarde se intensificaron gracias a la gestión de Gaspar Betancourt Cisneros; también artífice de la irrupción del ferrocarril en la Villa.
La figura de Ignacio Agramonte para la primera década del siglo XX se había erigido como el emblema patriótico regional, por tal razón, la Sociedad Popular de Santa Cecilia impulsó la idea de una estatua dedicada al patriota independentista. Bajo esta idea, el 26 de enero de 1899, por orden del Ayuntamiento de Puerto Príncipe, se le cambia el nombre por el de Parque Ignacio Agramonte; en homenaje al héroe camagüeyano caído en combate el 11 de mayo de 1873, siendo inaugurada la estatua ecuestre oficialmente el 24 de febrero de 1912, por Amalia Simoni Argilagos, viuda del extraordinario Héroe lugareño. El monumento conmemorativo, con su figura ecuestre, fue obra en bronce del escultor italiano Salvatore Buemi.
Plaza y calle Maceo. Origen del espacio
Otra de las arterias principales que recibió su nombre actual en enero de 1899 fue la calle y plaza Antonio Maceo, antigua calle y plaza de Paula, que según evidencias, ya existía en el Siglo XVIII. Se nombraba Plaza de Paula (por la ermita de San Francisco de Paula, que fue demolida en el Siglo XIX).
Esta plaza se originó en el trayecto de la antigua calle de San Pablo. A estas dos cuadras y hasta la Plaza de la Soledad, hacia la segunda mitad del siglo XIX, se le comenzó a denominar calle del Comercio.
En los primeros tiempos, San Pablo se extendía desde la calle Soledad (hoy Mayor General Ignacio Agramonte; y durante la república neocolonial, Estrada Palma) hasta la Plazuela del Puente, y conectaba con el Paso Real del Hatibonico, más tarde puente de La Caridad.
Con el tiempo, se segregó de ella el tramo comprendido entre las plazas de Paula (hoy, plaza de Maceo) y de La Soledad, también conocida como plaza de “El Gallo”, por un antiguo establecimiento comercial homónimo; la cual fue redenominada Plaza de la Solidaridad después del triunfo de la Revolución. Así nació la actual calle Maceo.
Así, en las primeras décadas del Siglo XIX, esta porción de la calle de San Pablo era ya conocida por el Comercio. El Cabildo acordó llamarla oficialmente de ese modo. A la vez, el síndico capitular, don Juan de Dios Agramonte y Betancourt, propuso y fue acordado que se retirasen las pulperías y solo quedasen los baratillos y los bazares.
Evolución de la arteria
La calle del Comercio tuvo como tradición las «tertulias», en las puertas de determinados establecimientos, sentados los vecinos en taburetes o «asientos de cuero», de 7 a 10 u 11 de la noche, hora del cierre. Fueron célebres las de la puerta de “El Vapor”, una de las mejores tiendas de ropa, y que suministraba por contrato las vestimentas de las tropas coloniales españolas destacadas en la ciudad. De ellas participaban también autoridades, oficiales y personalidades notables de Puerto Príncipe.
Al cese de la soberanía española, en enero de 1899, el Ayuntamiento acordó cambiar el nombre de la calle del Comercio por el de General Maceo, como tributo de recordación del Camagüey al lugarteniente General Antonio Maceo y Grajales. Simultáneamente, la Plaza de Paula recibió el nombre de Plaza de Maceo.
Bibliografía
Antigua Plaza de Armas, identidad del Camagüey legendario, de Yolanda Ferrera Sosa
De la Plaza de Armas al Parque Agramonte. Iconografía, símbolos y significados, 2da ed., Editorial Ácana, Camagüey, 2003
Fondo Ayuntamiento. Expediente que contiene solicitud, acuerdos, del Ayuntamiento y presupuestos para la erección de bustos (AHP)