Sofía Estévez Valdés. Una mujer que se adelantó a su tiempo

Foto: Cortesía del autor
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Usó el seudónimo Hija del Indio Bravo. Fundó y dirigió El Céfiro (1866) junto a Domitila García . Se expuso a los peligros de la guerra de independencia y ocupó el lugar del esposo fallecido. Deseó explícitamente alcanzar la posteridad.

Nació en Puerto Príncipe, hoy Camagüey, en septiembre de 1848. Murió en La Habana el 5 de marzo de 1901. Desde los cuatro años sabía leer, guiada por su madre. Ésta le enseñó la cartilla, la tabla de cuentas, a “escribir […] [y a] coser” y a su vez la instruyó en los principios religiosos. Jesús Delmonte dice que era tal su talento que “antes de los nueve años, y sin haber pisado los umbrales de ninguna escuela, había ya completado su educación primaria elemental.”

En el campo, Sofía Estévez se vio cercada por la naturaleza que amaba. En el trozo de una carta que hizo a una amiga afirmó:

No me conformo con admirar y comprender todo lo que aquí me rodea; quiero más; quiero expresarlo, pero no de una manera vulgar, sino en un lenguaje dulce y conmovedor,…… lenguaje que ni yo misma conozco……. Y este deseo, cuya realización miro imposible, me atormenta y aflige. Es una secreta y constante lucha empeñada entre mi corazón y mi insuficiencia, que me abate, haciéndome llorar de pena!

Fundó el periódico El Céfiro

Fundó y dirigió El Céfiro (1866), en unión de otra infatigable luchadora del periodismo femenino, Domitila García de Coronado (1843─1937. El Céfiro salió por primera vez en octubre de 1866 y desapareció dos años después al comenzar, el 10 de octubre de 1868, la Guerra Grande o Guerra de los Diez Años.

En el ejemplar más antiguo que se ha encontrado ─19 de abril de 1868─ aparece el siguiente subtítulo: «Periódico literario, de modas, costumbres y semi-oficial de la Sociedad Popular de Puerto  Príncipe dedicado a sus socios.» Hasta su desaparición, Sofía Estévez fue quien estuvo encargada de su redacción junto con algunas colaboradoras. Tal fue el éxito de sus ensayos que se reprodujeron por casi todos los periódicos de la isla y algunos de la península. A su vez, esto la convirtió en Socia de Mérito de las sociedades que existían en Puerto Príncipe y en algunos otros pueblos de la isla.

Sofía Estévez en los campos insurrectos de Cuba

Sofía Estévez se unió posteriormente a los mambises en los campos revolucionarios, compartió con ellos sus privaciones y así se expuso a los peligros de la guerra; es en la manigua donde escribe sus inflamadas estrofas “A Cuba.”

Luego de su matrimonio, con Manuel Rodríguez […] capitán de la guerra de 1868” y a causa de la actitud separatista mantenida por ella y por su esposo, vivió expatriada en Key West, Estados Unidos; lugar en el cual según Rodríguez “levantó el hogar arrancado de su tierra y él fue asilo para los necesitados.”

Poema: Lágrimas y sonrisas, tiene la dedicatoria “A Luisa,”

No me preguntes qué siento

Cuando tan triste me veas,

Pues lo que saber deseas

Es lo que me dá tormento.

Si todo mi pensamiento

Mostrarte claro pudiera,

En él tu pecho leyera

Lo que yo en el mío sepulto,

Y que mejor está oculto

Que si yo te lo dijera

Verás en mí la impresión

De una tristeza profunda,

Me verás meditabunda,

Y silenciosa,….. y sombría;

¡Mas, no sabes, Luisa mía,

Que casi estoy moribunda!

 

Sofía, una intelectual que se adelantó a su tiempo

Sofía Estévez tuvo plena conciencia de la guerra de independencia de su patria por la que luchó. Luchó por la mujer como lo muestra la fundación de un periódico. Demostró, en su canto, cuán consciente estaba de su labor literaria y de lo que deseaba hacer para alcanzar la posteridad.

 

“A un amigo,”

No importa nada….. La razón me dice

Que oiga solo la voz de mi conciencia,

Y aunque sea miserable la existencia,

Prosiga con valor…..

Amo la gloria; y entusiasta y firme

Quiero buscarla con creciente empeño;

Que son los lauros mi dorado sueño:

La fama, mi ambición!

Y si llega á cumplirse este deseo

Que incesante se agita en mi memoria,

Y en el libro sublime de la historia

Mi nombre llego a ver;

Al desprenderse de mi cuerpo el alma

De mi gloria veré la ardiente estrella,

Y aquella noche que me hablaste de ella

Feliz bendeciré.

Sofía Estévez es crítica el reconocer la visión de la mujer en el siglo que le tocó vivir y lo expresa:

Más porque así me lamento

El mundo murmura y habla;….

¡Soy muger,… y me condena!

¡La muger, no puede nada!

 

Consideraciones pertinentes

Sofía Estévez es una intelectual aun por develar. Se pondera su acción de gran valía de ser pionera en las labores periodísticas de Cuba. Sin embargo, su obra es un grito desgarrador de la condición mujer en su siglo y época. Su lírica debe incorporarse en el estudio de la mujer en Cuba del siglo XIX. Su patrón de vida y acción desborda el siglo decimonónico.

Bibliografía

Gómez, Luis Marcelino, “La mujer en defensa de la mujer: voces femeninas del romanticismo cubano (Poesía y cuento)” (2001). FIU Electronic Theses and Dissertations. 55. https://digitalcommons.fiu.edu/etd/55 . Recuperado 3 de marzo de 2024.

Henry Knight, Kezia Zabrina (2022): El Céfiro, Mujeres en el periodismo. En https://m.youtube.com/watch

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