Puntadas de fantasía en este verano

Foto: Cortesía de la autora
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-Para qué es importante saber coser-, preguntó la maestra; -para zurcir la camisa si se rompe-, dijo un pequeño; -para confeccionar ropas modernas y diseñar-, dijo una adolescente; -para poner los botones cuando se caen de la blusa-, dijo Pablito. -Muy bien, todos saben de la importancia de las costuras, pero falta una utilidad que trae alegría a los niños… ¿saben cuál es?, inquirió expectante-… ¡pues la de confeccionar juguetes!, respondió Carmen.

Así comenzó una clase muy diferente a lo acostumbrado, en el local del proyecto Carsueños, que este verano abrió sus puertas a los niños para enseñarles a diseñar sus propios muñecos, con conocimientos elementales de costura.

La propuesta fue diseñada para el verano, como parte de los talleres que propone la Oficina del Historiador para esta etapa, donde se potencian conocimientos relacionados a las tradiciones locales. En esta materia facilitó el encuentro la especialista del Centro de Interpretación del Patrimonio, Yaima González, una excelente y amorosa guía, quien llevó a los niños hasta la casona de las muñecas.

De esa manera, 10 niñas y 2 varones, acompañados algunos por madres y padres, y otros dos por la abuela Adaminas, desbordaron la sala para escuchar muy atentos la historia de la muñeca Rosita; que fue diseñada con fines terapéuticos, para alegrar los días a niños hospitalizados.

Juguetes terapéuticos

El término es muy novedoso, intenta convertir almohadas y cojines en muñecos, para acompañar a los niños enfermos y animar su estancia en unidades de salud.

El proyecto Carsueños visita con mucha frecuencia el Hospital Pediátrico de Camagüey y lleva donaciones de juguetes, confeccionados con telas y esponjas, fáciles de lavar y de acomodar en las camas de estos pequeños, aquejados de diversas enfermedades crónicas.

Luego de la explicación, Carmen Soto, líder de este proyecto de muñequería desde hace más de 20 años, no logra recuperarse de la emoción, pues sus diseños requieren mucho cariño y horas de trabajo, dedicadas a esos niños. Con la voz entrecortada por la emoción, aprovecha para invitar a sus alumnos a la próxima visita al Pediátrico..

Varios levantan sus manitas en respuesta a la invitación y aseguran llevar alegría y consuelo, junto a la magia que encierran los juguetes que producirá Carmen.

Entonces ella les muestra a Rosita, una almohada transformada en bella muñeca, de rostro angelical y suaves extremidades, lista para abrazar y consolar a los enfermos, logrando hacerlos felices al menos por un rato.

Regresamos a la clase

Después de esta hermosa experiencia, es hora de aprender las puntadas que permitirán confeccionar un muñeco al final del curso, la técnica se llama Ilván, es la costura que llamamos popularmente la de embastar, pero si se realiza bien corta, permite unir dos tejidos y dar forma a lo que será el cuerpo del juguete.

Tela y aguja en mano, van probando sus habilidades, todos se desenvuelven muy bien, las madres y la abuela presentes van revisando y dando explicación, en menos de nada, ya todos han cosido sus muestras y lucen sus trazos con orgullo.

También realizaron sobre cartón el molde del muñeco, para que todos trabajen con uniformidad, la diferencia estará en el tipo de cabellos, rostros y ropitas que cada quien elija para su creación, lo cual ilusiona mucho a los talleristas.

Dice Pablito que él quiere ser un buen sastre, Gabriela va por la parte del diseño, pues trajo una linda oruguita confeccionada con botones y las más pequeña del grupo, Beatriz, con sólo 6 años, trajo como tarea anterior una telita adornada con botones y cordones. Variedad de habilidades y creatividad puede apreciarse en estos niños, que quieren ser como su maestra Carmen y dar vida a nuevos juguetes.

Puntadas para cerrar

Ha sido una mañana muy hermosa, visitar al colectivo de Carsueños es siempre muy agradable, resulta como una inyección de vitaminas para el alma. Esta mañana, al asistir a su curso de verano diseñado para niños, pude apreciar de cerca cuánta fantasía avivan sus diseños, a favor de la inocencia.

Sus alumnos disfrutaron cada puntada como algo especial, acordaron que la muñeca que diseñarán para cerrar el curso se llamará “Carmita”, como la profesora, y antes de la despedida recibieron una bolsita mágica con materiales para embellecer sus obras y seguir practicando los nuevos saberes.

Gracias a Carmen Soto por tan bella iniciativa, que comparte con la Oficina del Historiador, para regalar a los más pequeños un verano diferente; experiencia que siempre recordarán como una dicha, al poder acercarse a la ilusión y belleza que guardan, sin dudas, las muñecas de Carsueños.

Nota Curiosa

En la sede del proyecto funciona un “hospital de muñecos”. En su sala son recibidos las muñecas o peluches que han perdido el pelo, un brazo o las ropas, y quedan ingresados en manos de una doctora o hada madrina, que en pocos días se lo regresa restaurado a su dueño.

Sólo un detalle, para ingresar a su muñeco, los niños deben venir con sus padres y juntos realizar un acta de compromiso.

Nada resulta más gratificante que reparar el muñeco preferido de un niño y que su alegría y brillo en los ojos sean indescriptibles, ese es el mejor pago que recibe las doctoras de muñecos, que son las propias artesanas del grupo, con muchas habilidades en la costura y en otras manualidades, asegura Carmen.

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