Desaparición física del comandante Camilo Cienfuegos

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Camilo Cienfuegos Gorriarán, uno de los principales líderes de la última etapa de luchas, acumuló una larga hoja de servicios a la Revolución. El expedicionario del Granma recibe su bautismo de fuego junto a sus compañeros en Alegría de Pío, el 5 de diciembre de 1956. En el combate de El Uvero ya ostentaba grados de teniente y dirigía un pelotón. Durante la lucha armada en la Sierra Maestra, por su accionar de combate, se le otorga el rango de Capitán del Ejército Rebelde.

Al producirse la traición de Hubert Matos, Fidel encomienda a Camilo por ser  Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde que tome el mando de la provincia de Camagüey. A las 8:30 am del 21 de octubre de 1959 arriba Camilo a la ciudad de Camagüey, presentándose en el cuartel Agramonte e informando a Hubert Matos que entregue el mando. El propio día 21 pronuncia un histórico discurso, durante el acto de masas que se llevó a cabo en el propio cuartel Agramonte.

El periódico “Adelante” publica una emotiva nota de Camilo: “Por conducto del diario “Adelante” somos nosotros quienes decimos gracias; gracias, pueblo camagüeyano, tu presencia en el campamento Agramonte ayudó a solucionar una nueva traición a la Patria. Hombres habrá traidores, pero pueblos no y menos Camagüey”.  El 25 de octubre de 1959, luego de reorganizar el ejército en Camagüey y efectuar cambios en el gobierno de la provincia, Camilo regresó a La Habana.

El 28 de octubre de 1959 sobre las 11:59 a.m. sale del aeropuerto de Ciudad Libertad rumbo a Camagüey en un avión modelo Cessna 310, que tripulaba el piloto Luciano Fariñas, lo acompañaban además el Capitán Senén Casas y el soldado Félix Rodríguez en función de escolta. Camilo y Rodríguez descendieron en la ciudad de Camagüey, mientras Fariñas continuó viaje a Santiago de Cuba para llevar a Senén Casas. A las 4:40 p.m. ya estaba de regreso el pequeño aparato identificado con las siglas FAR 53. El despegue rumbo a la Capital de Cuba se produjo a las seis y un minuto. El viaje de regreso a su base desde este punto requería dos horas de vuelo como promedio y llevaba gasolina para tres.

En la terminal aérea militar de Libertad, el Capitán Manuel Espinosa (Cabeza) ayudante personal de Camilo, comenzó a impacientarse una vez transcurrido el tiempo estipulado para la llegada de su jefe. El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, apenas conocida de la desaparición del Comandante Camilo Cienfuegos, dicta las órdenes necearias para realizar una minuciosa búsqueda por aire, mar y tierra; con el objetivo de localizar el paradero del Héroe de Yaguajay; así mismo se traslada a la ciudad de Camagüey, desde donde dirige personalmente la incansable búsqueda.

Camilo desapareció en medio de una tormenta. “En el pueblo -dijo Fidel al confirmar su pérdida definitiva después de dos semanas de incesante búsqueda– hay muchos Camilos”. “Y Camilo seguirá viviendo en otros hombres como él, seguirá viviendo en los hombres que se inspiren en él. Porque lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo es que, cada vez que la patria se encuentre en una situación difícil, en un momento de peligro, se acuerde de Camilo y cada vez que nuestros compatriotas vean que el camino es largo y difícil se acuerden de Camilo, de lo que hizo, de cómo nunca perdió la fe en los instantes más difíciles y cómo supo hacer grandes proezas“.

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