Nace Joaquín de Agüero y Agüero, precursor de las luchas independentistas

Foto: Archivo OHCC
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Joaquín de Agüero y Agüero, precursor de las luchas independentistas, nació en el seno de una familia principeña de holgada situación económica el 15 de noviembre de 1816. Estudió leyes en La Habana, pero regresó a su ciudad de origen tan pronto como recibió la noticia de la enfermedad terminal de su padre, del cual pronto heredó sus bienes. Se destacó por su generosidad, estableciendo una escuela pública gratuita para niños pobres en el poblado de Guáimaro. Liberó a sus esclavos en 1843, y le otorgó a cada uno una porción de tierra para que pudiesen subsistir.

La acción de Agüero fue considerada ilegal y, para evitar problemas con la justicia de la época, se vio forzado a abandonar Cuba con su familia para exiliarse en los Estados Unidos. Sin embargo, el inmenso amor que sentía por su tierra le hizo regresar tres meses después. A fines de 1849 fundó la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe, cuyo objetivo era la preparación de un levantamiento armado contra el poder colonial, y que extendió actividades a diversas regiones de la Isla. Esta sociedad llegó imprimir clandestinamente manifiestos y proclamas, en los que denunciaba los abusos cometidos por las autoridades coloniales.

El 4 de julio de 1851 Joaquín de Agüero se declaró en rebeldía contra la Metrópoli y reunido con un numeroso grupo de conspiradores en la hacienda de San Francisco de Jucaral, redactó un acta de independencia. Fracasado el movimiento Joaquín de Agüero, acompañado de Fernando de Zayas, Miguel Benavides, Tomás Betancourt, Adolfo Piedra y Miguel Castellano; se dirigieron a Punta de Ganado, en la costa norte, donde pensaban que no les sería difícil abandonar la Isla. Delatados por un traidor fueron capturados el 24 de julio por fuerzas del regimiento de Cantabria, al mando del capitán Carlos Conus. Conducidos a Puerto Príncipe fueron juzgados por un consejo de guerra extraordinario, que condenó a Agüero, Zayas, Benavides y Betancourt a la pena de muerte por agarrotamiento. Habiendo fallecido el verdugo con anterioridad a la fecha del levantamiento, el tribunal cambió la sentencia por la pena de muerte por fusilamiento, y el 12 de agosto de 1851, sin claudicar en sus ideas revolucionarias, fueron fusilados en la sabana Beatriz de Méndez (terrenos de la actual Plaza Joaquín de Agüero).

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