Un día de trascendencia nacional

Foto: Archivo OHCC
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El 24 de febrero tiene una significación especial para el pueblo cubano, ese día del año 1895, Baire se alzó en armas y comenzó la Guerra Necesaria. A pesar de librarse del yugo español, la victoria se vio empañada por la intervención norteamericana en la Isla, paro aun así la trascendencia del vigésimo cuarto día del mes de febrero alcanzó una dimensión mayor.

De seguro no fue casual que se escogiera esa fecha en 1912, para inaugurar la estatua de Ignacio Agramonte, en el parque homónimo. Ese día Amalia Simoni Argilagos develó la estatua ecuestre, la cual se había realizado por iniciativa de la Sociedad Popular Santa Cecilia. A partir de entonces El Mayor acompaña a los visitantes y a los citadnos, de la tierra que adoptó su nombre como uno de sus gentilicios.

Este día, pero de 1929, se inauguran dos monumentos en honor a las guerras de independencia. Uno está dedicado a la decena de patriotas que fueron fusilados en los muros posteriores al Cuartel de Infantería del Ejército Español durante la Guerra de los Diez Años, incluido Oscar de Céspedes, hijo del por aquel entonces Presidente de la República en Armas: Carlos Manuel de Céspedes.

El otro de los monumentos inaugurados ese día es el dedicado al Soldado Libertador Desconocido. En este enorme obelisco ubicado en las inmediaciones del Casino Campestre camagüeyano, se guardan los restos de un mambí, cuya identificación se desconoce y es un homenaje a los miles de cubanos que dieron la vida en la manigua en la lucha contra España.

Se cuenta que la población agramontina corrió con el financiamiento de la obra y que el Coronel del Ejército Libertador Ángel Castillo y Quesada junto al capitán Américo Silva se encargaron de la exhumación y el traslado de los restos. En el acto de inauguración participaron varios veteranos de la guerra, quienes incluso se opusieron a que aviones norteamericanos, que por ese entonces se encontraban en Cuba; sobrevolaran el cielo junto a la aviación cubana, como parte de la ceremonia.

Y es que el 24 de febrero es una fecha sagrada, cargada de un simbolismo y tradición patriótica prácticamente inigualable. Cuba no olvida a sus héroes, a esos que se levantaron en armas en Demejagua y un poquito antes, ni a los que la retomaron en la Guerra Chiquita o en el 24 de febrero de 1895, de ahí que la fecha tenga tanta transcendencia para los nacidos en la Mayor de la Antillas.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte. Fan de los deportes, el cine y la música cubana. Catcher del equipo de softbol de la Prensa de Camagüey, actualmente los subcampeones de Cuba. Encargado de realizar los materiales televisivos en Audiovisuales Príncipe, Grupo de Comunicación de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.
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