El 16 de junio de 1900 se celebraron las primeras elecciones en Cuba, tras el cese de la soberanía española para elegir alcaldes y otros funcionarios municipales. El gobierno de los Estados Unidos ante la imposibilidad de aplicar la fórmula anexionista, por el evidente rechazo popular, se vio obligado a utilizar nuevas vías, la creación de una república solo en apariencias, independiente.
Para redactar la Constitución necesaria se organizó una Asamblea Constituyente que inició sus labores en noviembre de 1900, y para la que fueron elegidos por Camagüey Salvador Cisneros Betancourt y Manuel Ramón Silva Zayas. En este documento se precisaba que las futuras relaciones entre Cuba y EE.UU. debían quedar definidas como parte del texto constitucional o en ordenanzas agregada a este.
El 9 de febrero de 1901 el gobierno de los Estados Unidos daba a conocer el contenido de la “Enmienda Platt”; a partir de ese momento se hizo todo tipo de gestiones posibles para cambiar el texto de la Enmienda, pero fue inútil, se decidió entonces determinar, por votación, su aceptación definitiva o no. El 12 de junio fue aprobada por dieciséis votos a favor, once en contra y cuatro ausentes, la Enmienda Platt. A la misma se opusieron Salvador Cisneros Betancourt y Manuel Ramón Silva Zayas con su voto particular.
El pueblo camagüeyano hizo sentir su descontento y el 10 de marzo de 1901 se convocó a un mitin en el Casino Campestre y fueron varios los oradores, entre ellos el General Maximiliano Ramos, quien enfatizó en que el gobierno norteamericano “quiere arrebatarnos lo que de hecho y derecho nos corresponde: la independencia absoluta.”
Después del mitin, una manifestación recorrió las principales calles de la ciudad cantando el Himno Nacional y portando la bandera cubana llegando hasta el edificio del Gobierno Civil donde el alcalde Pedro Mendoza leyó la carta que sería enviada al Presidente norteamericano en la que se reclamaba la independencia de Cuba y el cese de la intervención norteamericana. Similar actitud asumió el claustro de profesores y alumnado del instituto de Segunda Enseñanza, así como diversas instituciones de la localidad en rechazo total ante la Enmienda Platt.
El Ayuntamiento de Puerto Príncipe, el 12 de agosto de 1901, acordó como otra muestra de antiimperialismo declarar “Hijos Adoptivos de la Ciudad” a los nueve delegados a la Asamblea Constituyente que junto a Salvador Cisneros Betancourt y Manuel R. Silva Zayas votaron contra la Enmienda y no eran nacidos en esta tierra.