Construir resulta una de las metas de la humanidad desde que comenzó a fortalecer su conciencia. Edificar, levantar, ver realizado un sueño; todas son acciones que representan sacrificio y entrega. Cuando a ellas nos referimos pensamos en lo tangible: en el edificio, en la casa… Pero su contenido va más allá.
En la vida construimos proyectos que incluyen lo visible y también subjetivo. Soñamos y aterrizamos poniendo los pies en la tierra, como coloquialmente se dice.
Son muchos los hombres y mujeres que deciden optar por proyectar esos sueños que nos hacen humanos, en objetos útiles para demostrar nuestro ascenso histórico. Su inteligencia espacial dibuja y mide cada detalle, calcula y anticipa lo que nos regalará una sonrisa.
La Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, tiene el privilegio de ser plataforma segura para estos profesionales; quienes meticulosamente estudian propuestas para devolverle a la ciudad la visión añeja de sus edificios, la historia de ilustres patriotas e incluso nuevos proyectos que mezclan lo antiguo y moderno en cada ladrillo.
La arquitectura forma parte indispensable de nuestras vidas aun sin estudiarla, quienes la ejercen como profesión tiene el ángel de la creación y el sentimiento, a flor de piel. Para ellos en su día las felicitaciones más sinceras deseadas no en palabras, si no en los variados estilos arquitectónicos que existen.