Aunque nos parezca increíble ya casi se marcha el mes de marzo, y con él, varias conmemoraciones que han marcado hito.
Por solo mencionar algunos, les pondré por ejemplo; el día primero se celebró el día del trabajador de la Industria Ligera, el 3, la Vida Silvestre, el 8 se rindió homenaje a la Mujer a nivel internacional, el 14 a la Prensa Cubana, el 15 se recordó la Protesta de Baraguá, el 22 fue el día Mundial del Agua, el 23 el de la Meteorología y el nacimiento de la poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, el día 24 la creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos(ICAIC); y hoy día 25 se cumple aniversario de firma del Manifiesto de Montecristi. El próximo día 27 se le dedica de forma Internacional la jornada al Teatro y el 31 al Libro Cubano.
Mientras que en otro orden nos podemos referir dentro de este mes, al día 10; en el que se produce el Golpe Militar dirigido por Fulgencio Batista y del que sale derrocado Carlos Prío Socarrás, presidente de turno de Cuba en 1952; continuando así otro período de corrupción político administrativa en nuestro país.
Una huella en la memoria
Mientras, el día 11 del pasado año, sin temor a equivocarme, nunca será olvidado por los cubanos; pues justamente en esa fecha se comunicó la nefasta noticia de que habían entrado a la Isla los primeros tres casos de enfermos a la COVID-19. Tragedia que nos viene acompañando, al mundo entero, y de la cual no hemos podido librarnos, a pesar de los ingentes esfuerzos que tanto el personal de la salud, la ciencia, y tantos otros libran para ello.
Creo fuimos unos, antes de la pandemia y otros después de que ella llegara, pues las afectaciones de toda índole que ha traído consigo, han inundado a la humanidad y el daño que está provocando será recogido por la historia como una de las más terribles amenazas para la especie humana.
La esperanza no se apaga
Claro que siempre hay una luz en el camino, a lo largo del túnel, y aunque por aquellos días la vimos muy lejana, yo diría que apenas se vislumbraba, surge la Soberana, la Mambisa y la Abdala; candidatos vacunales cubanos que se encuentran casi su tercera fase de prueba.
Esto demuestra que esa luz ya va en aumento y pronto nos iluminará a todos los cubanos. Estoy segura también a muchos otros países que confiarán en ella, será como un oasis en medio de un desierto, del que podremos salir; con la alegría y el enorme orgullo, como tantas otras veces, de haber contribuido, una vez más a la salvación de la humanidad.
Pasos muy firmes se dan, muchos son los desvelos de tantos, las horas de investigación, de fatiga y agotamiento que dedican a estudiar en detalle esta temible enfermedad, sus posibles causas, sus diversas manifestaciones, pero unido a esto debe estar el propio cuidado y protección de cada uno de nosotros, para con nosotros mismos, para con nuestra familia, compañeros, comunidad.
Y eso amigos, considero que aún nos falta, pues pensamos que no nos tocará, que no lo padeceremos, que somos sagrados y no, no es así desafortunadamente. Por eso la responsabilidad de cada cual cuenta, y mucho, porque sin ella, nunca podremos bajar las inmensas cifras de contagios que por estos días se vienen presentando.
Pretendo que este comentario por el mes de marzo, sea un granito más de arena al llamado que día a día se nos hace para cuidarnos y cuidar mejor a nuestra gente, sabiendo, que la vida recompensará nuestro proceder; pues estaremos siendo consecuentes con los valores que siempre nos han enseñado a profesar.
