Los héroes con el tiempo se vislumbran cuasi hieráticos. Muchas veces comparables con el bronce o el mármol, también con el óleo sobre tela de grandes dimensiones realizadas por un diestro artífice.
El sacrificio del heroísmo por el bien de la patria, al decir del apóstol José Martí, en ocasiones solapa otros palpitares de los que salvan pueblos. La presente carta de Antonio Maceo Grajales es una de esas aristas insuficientemente tratada, y sensible sin par.
[Esposa fiel y purísima: María Cabrales. Marzo de 1895]
“En tu camino como en el mío, lleno de abrojos y espinas, se presentarán dificultades que solo tu virtud podrá vencer.
Confiado, pues, en ésa tu más importante cualidad, te abandono por nuestra patria, que tan afligida como tú, reclama mis servicios, llorando en el estertor de la agonía. Pienso que tú sufriendo, y yo peleando por ella, seremos felices; tú amas su independencia, y yo adoro su libertad. El deber me manda a sacudir el yugo que la oprime y la veja, y tú amor de esposa fiel y purísima, me induce a su redención. Dios lo quiera, para bien de ese pueblo esclavo y para tranquilidad de nuestros espíritus. Tú, que has pasado conmigo los horrores de aquella guerra homicida, sabes mejor que nadie cuánto vale el sacrificio de abandonarte por ella, cuanto importa el deber a los hombres honrados. El honor está por sobre todo. La primera vez luchamos juntos por la libertad; ahora es preciso que luche solo haciendo por los dos. Si venzo, la gloria será para ti.
[A. Maceo]
Unas palabras
Para la fecha, marzo de 1895, Antonio Maceo parte de Puerto Limón, Costa Rica, a bordo de Adirondack con rumbo a Cuba. El Titán de Bronce, escribió otras epístolas de similar contenido. Estando en la manigua, a los cincuenta años de edad se despide de su María, “Recibe el corazón de tu esposo que te adora y desea”. Luego a los veintinueve años de casados le escribe “Nuestras almas y nuestros cuerpos, parece decirle, deberían estar fundidos en un abrazo fuerte y eterno”.
El 14 de junio de 1845 nació un adalid que llevó sobre sí el valor de muchos. Su carácter íntegro delineó una de las personalidades más trascendentales de la historia patria. Valorado universalmente como uno de los hombres más lúcidos del contexto.
Bibliografia
14 de junio de 1845 nació Antonio Maceo en la ciudad de Santiago de Cuba. Ver Sosa, Zoe (2015) Antonio Maceo en la historiografía cubana. Instituto Cubano del Libro. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.
Torres, Damaris (2013) María Cabrales: una mujer con historia propia. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.
Griñán, Leonardo (2011) Antonio Maceo. Análisis caracterológico. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.