Alicia seguirá bailando en nuestros corazones

Fotos: Tomadas de http://www.elpais.com
Share on facebook
Share on twitter

Muchos sueños surgen en las tablas de un escenario donde el artista resulta el dueño indiscutible de su espacio. Así se sintió una mujer que para siempre se adueñó de giros y elegancia, demostrando a través del arte sensible del ballet, su proyección de la vida.

Alicia Ernestina Caridad del Cobre Martínez del Hoyo nació en La Habana con la misión honrosa de desbordar talento y contribuir con su labor al enriquecimiento inmaterial de una manifestación que es patrimonio: el ballet.

Sus desvelos por el Ballet la llevó a dejar su impronta inolvidable interpretando ballets tan diversos como Coppélia, el Grand Pas de Quatre o La Fille mal gardée. Su gracia artíostica la hizo brillar especialmente en El lago de los cisnes, donde interpretó el personaje de “El cisne negro”, para cuyas intervenciones en solitario incorporó innumerables trucos acrobáticos que hoy nos siguen impresionando por su exquisita ejecución y la perfecta sincronía.

 Su maestría

Sus dote físicas también impresionaban: laespalda erguida, sosteniendo un arabesqueimposible sobre la punta del pie, resaltaba gracias a los tutús minúsculos que lucía, con plato corto y cintura exprimida por las ballenas del corsé. Alicia fue la única que podía competir con la Odile de Plissetskaya; la bailarina rusa que más saltaba, aunque comparados con los de Alicia eran imbatibles. Ambas, precisamente, protagonizaron de forma casi simultánea en La Habana y Moscú el estreno del ballet Carmen que Alberto Alonso creó para ellas.
Casi diez décadas le brindó la vida para edificar con su don celestial una escuela cubana de ballet que exhibe un reconocimiento tanto nacional como internacional.

Su recuerdo

A solo días de su pérdida física los cubanos continuamos recordándola como la eterna Gisell que emana dulzura y encanto encima del escenario; como la valiente y fuerte Carmen, que aunque muchas bailarinas intenten interpretar, solo Alicia fue capaz de impregnarle esa elegancia de diosa con que encarnaba cada personaje.

Más relacionados