Ana Betancourt fue una patriota cubana, nacida en Puerto Príncipe, Camagüey, el 14 de enero de 183. Contrajo matrimonio con el Coronel Ignacio Mora de la Pera, con quien contrajo nupcias el 17 de agosto de 1854.

Ana proclamó la redención de la mujer cubana en el marco de la Asamblea de Guáimaro, donde fue aclamada por el pueblo reunido en la Plaza Pública para expresar sus ideas, práctica de democracia participativa, poco común en el mundo entonces. Ella subió al estrado y con oratoria vibrante como afirmó el Apóstol José Martí, exigió los derechos de la mujer en términos contemporáneos para su época. Ana Betancourt levantó su voz para expresar:

“Ciudadanos: La mujer en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora hermosa en que una revolución nueva rompe su yugo y le desata las alas.

Ciudadanos: Aquí todo era esclavo, la cuna, el color y el sexo vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir, habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. ¡Llegó el momento de libertar a la mujer! “

El valor de una fémina cubana

Ana Betancourt de Mora sigue a su esposo en la manigua y ambos caen en manos de una tropa española, el 9 de julio de 1871. Gracias a su estratagema consigue que él huya, pero a ella la detienen. La mantienen cautiva para que delate a su esposo lo cual no hace, y enferma de tifus.

La valerosa mujer saca sus fuerzas para escapar de sus captores, llega a la Habana y parte para el exilio. En Jamaica conoce la terrible noticia de que su esposo es fusilado. Luego se traslada hacia España donde el 7 de febrero de 1901 muere, justamente en Madrid a los 68 años.

Sus restos los trasladan a la Habana y luego a la ciudad de Guáimaro donde tanto brilló, en un mausoleo erigido a su memoria al lado de la misma casona donde abogó por los derechos de la mujer cubana.