Aniversario once, y vamos por más

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Aprovechando la fecha del 12 de abril, día en que fue creada esta emblemática agrupación agramontina, me gustaría dedicarles este comentario, pues ya Camagua ¡cumple once años!; ¿que si pasa el tiempo?, increíblemente así es…

Desde la década de los 90 del pasado siglo, cuando él, Fernando Medrano Vireya, dirigía el Grupo Maraguán de la Universidad de Camagüey, colectivo perteneciente al movimiento de artistas aficionados, nos vinculamos, y la relación de trabajo se afianzó hasta llegar a mantener una muy buena amistad que ha llegado hasta nuestros días.

Por aquel entonces este ingeniero profesor, talentoso, y excelente artista, participaba en todos los certámenes que del género se realizaban dentro y fuera del país, y como ahora, los premios eran seguros, logrando ser también, como ahora- desde mi modesta opinión- una de las mejores agrupaciones cubanas.

Haciendo historia

Recuerdos y anécdotas con ellos tengo muchas, tal vez, no podría hacerlas todas por razones de espacio, pero hay al menos una, que siempre que los veo, sobre todo cuando ponen la obra donde hacen un homenaje a la danza La Cinta, del grupo portador de la cultura jamaicana del Municipio Baraguá de la hermana provincia de Ciego de Ávila.

Me asalta, pues quien la haya disfrutado, sabe que hay una parte donde tejen una trenza con cintas a través de una coreografía donde hombres y mujeres se entrelazan formando una verdadera carrera en la escena, que de no ser por la genial maestría con que la ejecutan podrían caerse y desde luego, hasta deslucir completamente el espectáculo.

Pues sí, regularmente Aurora, la mamá de Medrano, desaparecida ya desafortunadamente, y con la cual también me unía una bonita amistad, iba a cada puesta del grupo y tanto ella como yo, sufríamos ese momento del tejido de la trenza, pues se tornaba ciertamente tenso el ambiente, ya que tanto las luces como la música estaban en función de aquel virtuosismo, y la tensión de los espectadores es evidente hasta que va pasando aquel clímax y se oyen incluso en el teatro, además de los aplausos cerrados y continuados, la respiración de más de uno que como aquella buena señora y yo, descargábamos.

Realidad inmediata

Entre los días 17 al 19 de diciembre pasado, se produjo el Festival Camagua Folk Dance, auspiciado por esta Compañía, al que pudo asistir no solo el pueblo camagüeyano, sino el mundo entero por ser un festival virtual, el segundo que se celebra ya y donde participaron varios países, demostrando no solo la solidez de esta agrupación sino la genialidad de ese hombre que a través de los años ha entregado y continúa haciéndolo, con la calidad que lo caracterizan, lo más puro de su creación artística a la danza y al arte en sentido general.

Por eso mi felicitación a él como líder, y a su gente, que contra viento y marea siempre han hecho posible que el arte continúe siendo una prioridad para los seres humanos y se han impuesto ante cualquier barrera para lograr ser esa parte de la cultura, que verdaderamente nos salva.

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