La preservación de la memoria nacional es una de las prioridades dentro de la política de gobierno de la sociedad cubana y en este afán los archivos históricos juegan un papel primordial.

Prueba de ello es el Archivo de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, el cual atesora valiosos documentos e investigaciones de distintas épocas. En aras de preservar estas riquezas documentales pera el uso en presentes y futuros estudios esta institución creó un proyecto de Conservación y restauración.

Según Patricia Gamboa Torres, Especialista Principal del proyecto, mientras sea posible aplicar los procesos de conservación es mucho mejor para los documentos originales porque las técnicas de restauración siempre van a ser invasivas.

Gamboa añadió que el Conservador es quién establece las prioridades y dicta qué documentos necesitan ser restaurados y es entonces que los restauradores comienzan su labor. Todos los documentos reciben una limpieza mecánica y manual donde se le quita toda la suciedad adherida y luego dependiendo del estado de deterioro se emplean distintas técnicas de restauración

Este proceso se complejiza por las condiciones climatológicas de la isla y la falta de materias primas para realizar la faena, pues este tipo de materiales no se comercializan en el país.

Además, ya se cuenta con la tecnología para iniciar un proyecto de digitalización de documentos con el objetivo de perpetuar la memoria histórica y ponerla a disposición de la ciudad, fundamentalmente en los centros de enseñanza.

Este 3 de noviembre se celebra el Día del Archivero Cubano, en reconocimiento a aquellos que salvaguardan el patrimonio documental del país, de una manera mayormente anónima. Su rutina de trabajo los obliga a manipular diariamente papel, fotografías y otros materiales antiguos que propician la aparición de enfermedades por la humedad o el polvo.

La labor de estos profesionales, y específicamente de los camagüeyanos, confirma que las nuevas generaciones tendrán a su disposición un cúmulo de años de historia, conocimientos imprescindibles para defender las raíces más autóctonas de la nación.